Si por algo se ha caracterizado el fabricante japonés Toyota en las dos últimas décadas ha sido por su decidida apuesta por los vehículos impulsados por combustibles alternativos a la gasolina o el diésel. Desde el lanzamiento del primer Prius en 1998 hasta el reciente Salón de Tokio, en el que presentó el FCV Plus, un modelo que nos hace ver en qué se basará la próxima generación de la marca movida por hidrógeno.
Como ocurre con el Mirai, el FCV Plus tiene una pila de combustible, con el detalle de que esta está situada en el centro del eje delantero, mientras que el depósito de hidrógeno se encuentra alojado bajo la fila de asientos trasera. Junto con 4 motores eléctricos, uno en cada rueda, consigue un reparto de pesos perfecto en un coche que mide menos de 4 metros y sin embargo su distancia entre ejes supera los 3.
Así, Toyota se sitúa a la vanguardia de las investigaciones en combustibles alternativos, ya que cuando la mayoría de las marcas están jugándoselo todo a la energía eléctrica, los de Nagoya experimentan con una amplia variedad de materias primas, como demuestra el Mirai, que se puede alimentar de estiércol de vaca y cuya explicación está en el siguiente vídeo. De hecho, fuentes de la marca aseguran que el futuro pasa por cesar la fabricación de motores de gasolina.
