El Dacia Spring, y en concreto en su versión más equipada y potente Extreme, con sus alrededor de 20.000 euros de precio antes de ayudas y 65 CV de potencia, busca consolidarse como la opción eléctrica urbana más asequible y práctica del mercado, invitando a replantearse la movilidad eléctrica diaria.
Cuando el Dacia Spring llegó en 2021, en muchas redacciones –incluida la nuestra– se le observó con cierta suspicacia. Su motor de 45 CV y el origen indio-chino generaban dudas sobre su capacidad para moverse con cierta agilidad en entornos urbanos e interurbanos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la marca ha ido puliendo el concepto, sumando mejoras estéticas y de equipamiento en 2022, y llegando a esta versión Extreme 2024 con mayor calidad percibida, nuevos acabados y un motor eléctrico de hasta 65 CV.
El resultado es un eléctrico puramente urbano, perfectamente encajado en la imagen de marca actual de Dacia y, sobre todo, muy competitivo a nivel financiero. De hecho, la firma propone un cálculo muy concreto: bajo determinadas condiciones, y gracias a las ayudas del Plan Moves, casi podría decirse que el Spring podría “salir gratis” (ojo a las comillas) a largo plazo, por el ahorro en combustible, y con la tranquilidad de contar con etiqueta Cero. Si deseas profundizar en el argumento económico y en cómo se logra, en el vídeo que acompaña a este artículo se detalla con mayor profundidad.

El exterior y compacto exterior del Dacia Spring
El Spring Extreme adopta la nueva imagen de Dacia, con una firma lumínica delantera que recuerda a la de un ‘bigote’ horizontal, faros con proyector elipsoidal y detalles estéticos que lo integran mejor en la gama actual de la marca. El coche mide apenas 3,70 m de largo y 1,58 m de ancho, lo que supone una ventaja muy clara a la hora de maniobrar y estacionar en ciudad. Todos los paneles de carrocería son nuevos, a excepción de las lunas, y la marca se ha esforzado en una puesta al día estética que hace que ya no parezca un producto “importado sin más”.
Los paragolpes están pensados para resistir la vida urbana: mucho plástico sin pintar (denominado por Dacia como “plástico masa”) y vinilos fáciles de reemplazar. Incluso el puerto de carga, ahora con apertura más práctica, evita esos inconvenientes en noches frías y lluviosas en las que antes la tapa alzable dificultaba el acceso. Además, es posible optar por carga rápida en corriente continua (hasta 30 kW), algo que proporciona una tranquilidad adicional, aunque el uso típico del Spring no lo exija con demasiada frecuencia.
Atrás encontramos una imagen consolidada, con nuevos pilotos traseros y un diseño más atractivo. El maletero, con cerca de 300 litros, resulta sorprendentemente generoso para las contenidas dimensiones del coche. Para conocer en profundidad las impresiones sobre el ajuste de los paneles o las posibles mejoras estéticas y funcionales deseables (como retrovisores más generosos o acabados más refinados), el vídeo ofrece más detalles.

El acogedor interior del Dacia Spring
El habitáculo se ha transformado notablemente respecto al modelo de 2021. Ahora, el Spring presenta una estética y acabados más cercanos a los actuales estándares de Dacia, con nuevos plásticos en diferentes tonos, detalles en color oliva y cobre, y sobre todo con una instrumentación digital y una pantalla central de 10” con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos. Se mantiene la sencillez general, con plásticos duros, pero se aprovecha bien el espacio, y se han añadido detalles prácticos como el sistema de accesorios YouClip.
La postura de conducción sorprende: a pesar de la estrechez (1,58 m de anchura total), el conductor puede acomodarse razonablemente bien. No hay ajustes en altura de asiento, pero sí se ha incorporado regulación en altura del volante, algo inexistente en el primer Spring. El aire acondicionado manual suple la ausencia de climatizador, y aunque esto pueda requerir ajustar manualmente la temperatura, el consumo de climatización no se dispara. Desde luego, quien quiera entender a fondo el razonamiento detrás de estas decisiones de coste-equipamiento, el vídeo lo explica con detalle.
En las plazas traseras, el espacio es muy limitado, especialmente si el conductor es alto. Aun así, para trayectos cortos, urbanos o periurbanos, pueden resultar utilizables. Hay 2,42 m de batalla, lo que condiciona la amplitud, pero en un coche netamente urbano esto se considera parte del compromiso. Como dice Francisco Hidalgo, director general de Dacia España, este tipo de coche busca un uso claro: desplazamientos cortos y cotidianos sin complicaciones ni pretensiones familiares.
El lado más técnico del Dacia Spring
La versión Extreme de 65 CV es crucial, pues mejora la agilidad respecto a la de 45 CV, disponible con el acabado Excellence. El motor de 65 CV gira hasta 14.000 rpm (frente a las 9.000 del motor de 45 CV), lo que se traduce en una respuesta más viva y un empuje suficiente para desenvolverse sin problemas, incluso en vías rápidas a 120 km/h. La batería, de 26,7 kWh, permite una autonomía de unos 200 km reales en uso urbano, con consumos que pueden rondar los 12 kWh/100 km.
Al ser un coche muy ligero, de en torno a 1.000 kg, la eficiencia es elevada y el cliente puede apurar las recargas sin entrar en “ansiedad de autonomía”. Dacia ofrece un selector de modos que incluye uno “B” para una mayor regeneración, acercándose a la idea de conducción “one pedal”.
Este planteamiento técnico es ideal para un primer acercamiento a la electromovilidad. Según Hidalgo, más del 90% de los compradores del Spring nunca habían tenido un eléctrico, y un 80% jamás habían sido clientes de Dacia, lo que confirma el poder de conquista del modelo. Y para quienes quieran más información sobre seguridad, asistencia a la conducción o adaptaciones estructurales, el vídeo profundiza sobre las mejoras introducidas en esta versión de 2024.

El Dacia Spring en marcha
En ciudad, el Spring Extreme se siente cómodo, ágil y silencioso. El tacto de la dirección se ha mejorado gracias a nuevas fijaciones en la columna y a una programación más refinada, lo que incrementa la sensación de control. La respuesta del acelerador es inmediata, el modo B facilita la conducción con un solo pedal y la frenada, sin ser de deportivo, ofrece una modulación adecuada y predecible. Se trata de un eléctrico urbano que va muy bien en su entorno natural.
Fuera de la urbe, el coche sorprende. Aunque no es su hábitat, a 100 o 120 km/h mantiene el tipo, puede adelantar sin generar pánico y conserva la estabilidad. Los 65 CV no se quedan cortos, y aunque la suspensión tiene un tarado muy blando que podría mejorarse con amortiguadores más firmes, no resulta insegura. Simplemente, requiere acostumbrarse a su personalidad más enfocada al confort, con alguna oscilación ante baches más pronunciados.
Es posible afrontar trayectos interurbanos, e incluso la carga rápida opcional permite salir de la ciudad con cierta tranquilidad. No es el coche para realizar largos viajes, pero sí puede acometer un salto ocasional entre poblaciones sin agobios. De nuevo, en el vídeo se muestran pruebas en carretera con más detalle, y se aprecia cómo el Spring se defiende sin desmontarse, manteniendo intacto su objetivo: ofrecer una movilidad eléctrica sencilla, barata y cómoda en el día a día.
En opinión de Autofácil…
El Dacia Spring Extreme se presenta como una opción inteligente para quienes busquen dar el salto a la movilidad eléctrica sin realizar una gran inversión y teniendo en cuenta las necesidades reales de un uso principalmente urbano. Con un diseño más integrado en la estética actual de la marca y una mayor potencia que facilita su desenvoltura en vías rápidas, este Spring deja de ser aquel eléctrico recibido con desconfianza en 2021 para convertirse en un verdadero aliado práctico, sencillo y eficiente en el día a día.