El fabricante alemán Volkswagen acaba de anunciar una llamada a revisión a la cual deberán acudir más de 30.000 modelos en total. Los modelos en cuestión son las versiones a gas de Volkswagen Passat, Caddy y Touran producidos hasta el año 2010. Sea como fuere, se trata de una revisión preventiva con vistas a cambiar las botellas de gas, ya que por culpa de su recubrimiento interior en alguna de las unidades mencionadas podría generarse un problema relacionado con la corrosión.
Y es que si el grosor de estas botellas disminuyese debido a la corrosión, el tanque de gas podría explotar, generando una cantidad de daños importante en el vehículo. Hasta entonces, Volkswagen ha recomendado a todos los propietarios de estos coches, con los que la marca contactará para pasar la revisión sin coste alguno para el cliente, utilizar el automóvil en modo gasolina hasta que se efectúe la reparación.
Recordemos que Volkswagen ya llamó el pasado mes de julio a los propietarios de los Volkswagen Touran a gas fabricados entre 2006 y 2009 -unas 5.900 unidades-.