El Volkswagen T-ROC es un SUV de 4,23 metros de largo y carrocería de cinco puertas que, por tamaño, se sitúa entre el T-Cross y el Tiguan y es sólo tres centímetros más corto que el Taigo. En esta entrada explicamos cuáles son las diferencias entre ellos.
Centrándonos en el T-ROC, está creado sobre la plataforma MQB, por lo que podemos entenderlo como la versión SUV de un Volkswagen Golf. Es un modelo nacido en 2017 que en 2022 recibió un ligero restyling, que es el que ahora sigue a la venta.
La gama está formada sólo por motores diésel y gasolina, todos sin ningún tipo de electrificación y, por tanto, todos con etiqueta C de la DGT.
Versión | Precio | Potencia | Tracción | Cambio |
1.0 TSI | Desde 26.040 euros | 110 CV | Delantera | Manual |
1.5 TSI | Desde 30.440 euros | 150 CV | Delantera | Manual o automático |
2.0 TSI 190 4Motion | 43.195 euros | 190 CV | Delantera | Automático |
2.0 TSI R 4Motion | 53.050 euros | 300 CV | Delantera | Automático |
2.0 TDI 115 | Desde 30.055 euros | 115 CV | Total | Manual |
2.0 TDI 150 | Desde 34.430 euros | 150 CV | Total | Manual o Automático |
Hay dos acabados: Life (el de esta prueba) y R-Line, que es más deportivo. Además, el motor 1.0 TSI y el TDI 115 se venden con un acabado básico que no tiene denominación, y el acabado R es exclusivo de la versión R de 300 CV. Todos tienen tracción delantera, excepto el TSI 190 y el R, que tienen tracción total.
En el interior, encontramos un salpicadero presidido por una pantalla táctil que no es demasiado compleja de manejar entre otras cosas porque cuenta con mandos independientes para las funciones principales de la radio y para el climatizador, que va aparte y emplea unos botones táctiles que son más atractivos que los clásicos de ruleta, pero también menos prácticos y fáciles de manipular en marcha.
Por calidad, destacamos los ajustes, los remates y el tacto de los materiales de las zonas más susceptibles de ser tocadas. Hay plásticos duros en las zonas menos accesibles que afean el resultado, pero es lo habitual ahora en cualquier coche de este tipo. La instrumentación digital configurable, clara y con mucha información, ayuda también a confirmar que estás en un interior agradable y bien hecho.
En cuanto a la postura de conducción, se va sentado más alto que en un Golf, con las piernas menos estiradas. Se tarda muy poco en dar con la postura ideal y, en general, los asientos cómodos y no hay grandes problemas de visibilidad. Si hablamos de espacio, las plazas traseras destacan por anchura y altura, y sólo en el espacio para las piernas se queda simplemente en la media, que no está nada mal. Cuatro adultos de estatura media viajarán sin problemas; cinco no irán mal… siempre y cuando la persona que vaya en el medio no sea demasiado corpulenta. El maletero, con 445 litros, también está bastante bien para un coche de su tamaño.
En marcha, este Volkswagen T-ROC 1.0 TSI de 110 CV y tres cilindros asociado a un cambio manual de seis marchas. Lo mejor es que es un motor voluntarioso a partir de 2.000 rpm, y eso le permite moverse con agilidad en ciudad y alrededores. También es un motor de consumo razonable para el coche que es: te moverás entre 6,5 y 7 L/100 km reales. Ahora bien, al acelerar con decisión es un poco ruidoso, y uno puede esperar un poco más de refinamiento mecánico en un coche de su precio. En carretera también se defiende bien, siempre que nos movamos a ritmos tranquilos. El cambio, por su parte, no admite queja. Eso sí, este motor no se puede adquirir con cambio automático.
Si hablamos de comportamiento y comodidad, el T-ROC es un coche muy equilibrado en ambos términos. Se le nota firme, asentado, pero no es seco y en viajes largos no nos quejaremos de falta de comodidad, al menos con la suspensión de serie. Por comportamiento, no tardarás en comprobar que es un coche muy noble y fácil de conducir, con un eje delantero preciso y que permite abordar los giros con confianza y un eje trasero que siempre permanece impasible, pase lo que pase.
Por precio, sorprendentemente, no es un coche tan caro comparado con otros Volkswagen y con algunas alternativas, y eso explica sus ventas. Ojo, no es barato, pero este T-ROC arranca en los 26.040 euros. Un Seat Ateca es más grande y espacioso pero, con el mismo motor, cuesta unos 2.000 euros más, y un Audi Q2, en esencia el mismo coche que el T-ROC, sale por unos 6.000 euros más que el Volkswagen. Por su parte, un Nissan Juke DIG-T d 114 CV cuesta 25. 450 euros, es decir, 610 euros menos, y un Mazda CX-30, más grande pero menos espacioso, arranca en los 30.590 euros con el motor de 122 CV.