Y también conlleva unos importantes cambios de seguridad. Para evitar que las bterías, en caso de choque trasero, impacten contra los ocupantes -en un accidente a 50 km/h el peso de los objetos que salen despedidos dentro del coche se multiplica 50 veces-, Renault ha reforzado el anclaje de las baterías, la sujección de los asientos y, también ha colocado en el chasis unos travesaños transversales y un mejorado paragolpe trasero. El objetivo es evitar que cualquier coche que golpee al Fluence eléctrico por detrás llegue con su frontal a dañar las baterías.
Para comprobar que sus medidas de seguridad han sido correctas, Renault ha realizado el primer crash test trasero de un coche eléctrico, con una de las primeras unidades del Fluence eléctrico. En él, se ha lanzado un ‘carrito’ de metal con un eje rígido de metal, simulando el impacto de un vehículo, de 1.800 kg de peso -o sea un automóvil bastante grande-, a 50 km/h, contra el maletero del Fluence. ¿El resultado? Muy bueno, los tres ocupantes de las plazas traseras no sufrieron lesiones mortales y las baterías no llegaron a impactar contra ellos, a pesar de la violencia del golpe, y por supuesto no existió en ningún momento el mínimo riesgo de electrocución, chispas… Por ello, Renault espera ofrecer en su Fluence eléctrico -que se pondrá a la venta en septiembre por un precio que rondará los 16.000 euros más unos 70 euros/mes en concepto de alquiler de la basterías- la máxima seguridad. ¿Quieres ver el test de choque en ‘en directo’? Lo grabamos para ti…