Andy Palmer, CEO de Aston Martin, aludía en el pasado Salón de Shanghai en abril a una variante completamente eléctrica del Rapide, modelo de cuatro puertas de la marca. Pues el pasado fin de semana, en el Concurso de la Elegancia de Pebble Beach, confirmó esa noticia y destacó que dicha versión contará con una potencia de 800 cv y una autonomía de más de 320 km.
Llegaría con tracción a las cuatro ruedas para domar toda esa potencia, y€ no sería el último, puesto que el siguiente para el que se piensa un motor de similares características es para el futuro DBX, SUV coupé que competirá con el BMW X6 y el Mercedes-Benz GLE, entre otros. Y es que para cumplir las estrictas normas anticontaminación hay que fabricar estos motores para luego poder poner en el lado opuesto de la balanza superdeportivos V12.
Palmer también comentó que Aston Martin puede cubrir un hueco que Tesla, modelo a seguir en lo referido a vehículos eléctricos –aunque no en ventas-, no puede abarcar. El momento en el que llegarán no se sabe aún con exactitud, pero los futuros Rapide y DBX eléctricos podrían estar listos en dos años con unos precios que oscilen entre los 190.000 y los 240.000 euros. No hay duda de que muchos fabricantes –los que no lo han hecho ya- de lujo deberán ponerse “las pilas”.
