Prueba del nuevo BMW X1 sDrive18i 2023: ¿hace falta más?

Rogelio Camargo
Rogelio Camargo
BMW acaba de lanzar la tercera generación del X1, con una gama inicial compuesta por cuatro opciones mecánicas, dos diésel y otras tantas de gasolina. Hemos probado la más asequible de estas últimas para comprobar si es suficiente.

¿Es suficiente un motor de gasolina de 136 CV para un SUV de 4,5 metros de longitud que supera la tonelada y media de peso? Es normal que un cliente que tenga pensado comprar un coche como el BMW X1 sDrive18i, el modelo de acceso a la gama de gasolina, se plantee una pregunta semejante. Con estándares actuales, puede parecer una cifra algo justa… ¿o no?

En primer lugar, demos un repaso general al nuevo X1, ya en su tercera generación. Tiene unas medidas exteriores de 4,50 metros de longitud, con una anchura de 1,85 m y una altura de 1,64 m. Está creado sobre la misma plataforma del BMW Serie 1, es decir, con motor colocado en posición transversal y tracción delantera, al igual que la anterior generación.

Si hay que destacar un aspecto que ha mejorado notablemente respecto a su antecesor es la habitabilidad, especialmente en lo que respecta al espacio en las plazas traseras. El maletero también ha salido beneficiado y, en el caso de esta versión, alcanza los 540 litros; no es así para toda la gama, como explicaremos más adelante.

BMW_X1_sDrive18i_prueba (3.5)

En cuanto a la oferta mecánica, por el momento es bastante sencilla, tanto que sólo hay cuatro versiones, dos de gasolina y otras tantas diésel. Estas últimas responden a las denominaciones sDrive18d y xDrive20d, tienen 150 (con tracción delantera) y 163 CV (tracción a las cuatro ruedas), respectivamente. Aún no están a la venta, aunque ya tienen precio, los dos híbridos enchufables: xDrive25e (245 CV) y xDrive30e (326 CV). Cabe añadir que todos los X1 cuentan con una caja de cambios automática, no hay posibilidad (ni habrá) de equipar una manual tradicional como si ofrece, por ejemplo, el Serie 1.

Como puedes ver, estamos ante el X1 más modesto desde el punto de vista mecánico… que no el más barato, pues, sorprendentemente, el diésel sDrive18d está por debajo (eso sí, por muy poco margen): 40.900 euros frente a los 41.700 euros de nuestro protagonista. Este es un aspecto ‘delicado’, sobre el que volveremos a la hora de sacar conclusiones.

BMW X1 sDrive18i: así va

Antes de nada, conviene aclarar un punto que, si bien no es determinante, sí puede resultar de interés para algunos posibles clientes. Bajo el capó, este sDrive18i alberga un motor 1.5 de tres cilindros, al igual que sucede con la versión de superior potencia, el sDrive20i. Lo cierto es que su funcionamiento pasa desapercibido la mayoría del tiempo; es más, su suavidad a baja velocidad (por ejemplo, circulando por un garaje subterráneo) es encomiable; casi parece un eléctrico.

BMW X1 sDrive18i prueba 4

Al acelerar de manera intensa sí se aprecia su condición de tricilíndrico, a partir de unas 3.500 o 4.000 rpm. No es un sonido molesto, aunque sí de manera más notoria de lo esperado. En este aspecto está por detrás de su antecesor y de, por ejemplo, un Audi Q3 o un Mercedes GLA, que son sus principales alternativas. No obstante, a velocidad sostenida en autopista, el aislamiento acústico del habitáculo es muy bueno.

El aspecto más sobresaliente del X1 está en la suspensión, que cuenta con una puesta a punto realmente buena. Es más, el conjunto del chasis es de notable alto, pues agrupa una dirección muy precisa, una oscilación mínima en curvas de la carrocería y un tacto del freno fácil de dosificar. En cierto modo, desde el punto de vista dinámico recuerda al primer X3 (que tenía un tamaño semejante al del actual X1), aunque sin resultar tan incómodo como aquel.

La postura de conducción también convence, aunque no permite conducir con las piernas tan estiradas como en un Serie 3, por ejemplo. No es un defecto reseñable… como sí es el hecho de que algunas funciones fundamentales se deban realizar a través de la pantalla central. La anterior generación contaba con un botón en el centro del salpicadero que permitía desconectar los sistemas de ayuda a la conducción; por ejemplo, el de cambio involuntario de carril. Ahora, es necesario acceder a un menú de la pantalla y desactivarlo. Son, como mínimo, dos pasos, cuando antes, con una pulsación de un par de segundos al botón ‘mágico’, podías desactivar todas estas ayudas.

Presentación BMW X1 2023 00028

Otro aspecto un tanto inexplicable es que las levas para el cambio no sean de serie, más cuando sólo tienen un sobreprecio de 308 euros. Se podría entender en un coche que permita cambiar de manera manual-secuencial a través de la palanca; el problema es que en el X1 sólo hay un selector que permite elegir entre D (marcha hacia delante normal) y L, un modo que se utiliza para usar el freno motor en bajadas (o eso hemos interpretado). En fin, decisiones de marca que son difíciles de entender.

¿Y el consumo? Bastante bien: en conducción tranquila, se mantienen en el entorno de los 7 L/100 km, que está bien. Es, a grandes rasgos, el mismo registro que obtenemos en un Audi Q3 35 TFSI, que también cuenta con un motor 1.5, aunque con cuatro cilindros y 150 CV de potencia.

Prueba del BMW X1 sDrive18i: conclusión

Como versión de acceso, el X1 sDrive18i convence: tiene unas prestaciones y un consumo correctos, un funcionamiento agradable, un aspecto moderno tanto exterior como interior… Ahora bien, ¿nos lo compraríamos? La respuesta es no.

No porque sus rivales sean claramente mejores (el Audi Q3 lo es en líneas generales, aunque ya tiene unos años). Tampoco porque haya un diésel sDrive18d con 150 CV, que ya hemos probado, que consume menos (entre 1,5 y 2 L/100 km en condiciones reales) y cueste ligeramente menos. El problema (por llamarlo de algún modo) es que, en una buena estrategia por parte de BMW, hay un sDrive20i de 170 CV por 43.700 euros, es decir, sólo 2.000 euros más. Una cantidad irrisoria si tenemos en cuenta no sólo por los 34 CV extra, sino porque esta versión dispone de hibridación ligera y, por tanto, le corresponde la etiqueta Eco. ¡Si hasta consume 0,3 L/100 km menos!

Con todo, debes saber que si tomas la decisión de dar el salto al sDrive20i, la hibridación ‘roba’ 40 litros de capacidad del maletero (el doble fondo, principalmente), lo que aun así le deja en unos más que aceptables 500 litros.

 

BMW X1

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