El Grupo Volkswagen ya sabe cómo va a solucionar el problema de los motores TDI afectados por el escándalo que ha supuesto el ‘Caso Volkswagen’, y lo hará de una forma no prevista hasta ahora. En cualquier caso, está aprobada oficialmente por la Autoridad de Transportes Motorizados en Alemania –KBA- y no añadirá un sistema AdBlue, ni instalará nuevos inyectores y un catalizador más grande, como parecía que haría en un primer momento.
Así, el plan constará de 2 fases en los 1.6 TDI, en la que la primera consistirá en una reprogramación de la centralita para que deje de enviar señales al propulsor de ‘esconder’ las emisiones, y la segunda en la colocación de un transformador de flujo del aire delante del sensor de la masa de este. Por su parte, a los 1.2 –la solución definitiva a este motor se anunciará a final de mes- y 2.0 TDI en principio les valdría con la actualización del software, en una actuación que en ninguno de los casos sobrepasaría la hora.
De todas formas, Volkswagen afirma que cada caso es diferente y deberá ser estudiado de forma pormenorizada e in situ. Sea como fuere, las actuaciones en las aproximadamente 11 millones de unidades afectadas –contando con los 1.2 TDI- comenzarán a partir de enero del próximo año, señalando la marca que intentarán ocasionar las menores molestias a los propietarios y que no repercutirán en el rendimiento o el consumo de combustible.
