En el caso del Miray, presentado por primera vez en el Salón de Seúl 2011, estamos ante un deportivo propulsado por dos motores eléctricos de 15 kW y un motor de gasolina. Estos dos motores están próximos a las ruedas delanteras y actúan sobre ellas, alimentados por una batería de ión litio de 1,6 kWh. Por su parte, un motor de combustión 1.5 sobrealimentado de cuatro cilindros es el encargado de entregar potencia a las ruedas posteriores. De este modo, se puede elegir según las circunstancias entre una tracción delantera o trasera. Estos motores funcionan en combinación con un cambio automático de doble embrague, recuperación de energía de la frenada y un mecanismo de arranque/parada.
Por fuera se insipira tanto en modelos clásicos de Chevrolet como el Corvair Super Spyder de 1962 o el Monza SS de 1963 como en la estética de los aviones de combate. Incluso los grandes pasos de rueda recuerdan a un Corvette. En el frontal, presenta una parrilla doble -una por debajo y otra por encima del chevrón- y faros LED con luces diurnas, mientras que en los laterales las puertas se abren en tijera. Su carrocería está fabricada en plástico reforzado y fibra de carbono, pero en ningún momento se usa algún tipo de metal.
Dentro destaca el sistema de retroproyección para mostrar toda la información al conductor, dividido en tres zonas para no sobrecargarlo. Las semejanzas con un avión de combate continúan al pulsar el botón de arranque y descubrir cómo en ese momento se eleva la consola central, con nuevos indicadores y proyecciones.
En cuanto al Colorado Rally, se trata de un prototipo con tracción total, inspirado en los grandes todo terreno de los rallies «raid» como el Dakar. No es de extrañar que este pick up hiciera su primera aparición en el Salón de Buenos Aires, dado que allí acaba actualmente la ruta del raid más importante del mundo. De ahí su gran anchura, neumáticos pensados para el barro y suspensión regulable en altura.
A los elementos estéticos típicos de Chevrolet -parrilla doble, anchos pasos de rueda, etc-, se unen pilotos en los retrovisores y el borde delantero del techo, ventanas acrílicas y enganches de remolque, para decir a las claras que este concept car tiene vocación campera.
El Colorado Rally incorpora muchos inventos insólitos pensados para la conducción «off road»: Si atravesamos una nube de polvo y penetra en el habitáculo, dispondremos de un sistema de «impulsión del aire» para limpiarlo; y detrás de los asientos encontraremos una «mochila de hidratación»: Los ocupante solo tendrán que meterse un tubo en la boca para alimentarse con una solución líquida energética, al estilo de los pilotos de competición. Dentro también hay asientos de neopreno, un sistema de extinción de incendios y un tacómetro que proporciona indicaciones al conductor mediante LEDs.
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