Actualmente, y a excepción de algunos estados como California, la preocupación en EE.UU. hacía la transición energética es más bien… baja. Y, por eso, la administración de Joe Biden quiere dar ejemplo, al menos en lo que a los coches eléctricos se refiere.
Si a finales de 2021, el actual gobierno de EE.UU. ya estipuló que, a partir de 2035, la administración estadounidense no adquiriría vehículos con motor térmico (sólo coches eléctricos); ahora la administración Biden quiere atacar un problema que puede parecer menor… pero que no lo es: los viajes de los funcionarios estadounidenses.
El Gobierno de EE.UU. es el mayor empleador del país y, cada año, el funcionamiento de su administración implica nada menos que hasta 2.800 millones de euros únicamente en viajes de los funcionarios federales. Así, en 2022, los empleados gubernamentales realizaron más de 2,8 millones de vuelos, alquilaron hasta 2,3 millones de vehículos y realizaron más de 33.000 viajes en tren.

Coches eléctricos en vez de térmicos… para empezar
Pues bien, ahora, la Casa Blanca exigirá a sus funcionarios que alquilen, coches eléctricos en vez de vehículos térmicos. Pero ojo, siempre que el coste de estos vehículos sin emisiones sea igual o inferior al de un coche térmico. Y lo mismo ocurrirá con los taxis o vehículos VTC: deberán priorizar la opción eléctrica.
Pero no son la única exigencia que ha realizado la Casa Blanca a sus funcionarios, que deberán asimismo reducir sus viajes en avión. A partir de ahora, todos los desplazamientos de menos de 400 km que deban realizar los funcionarios deberán llevarse a cabo en tren o coche eléctrico; mientras que el avión, un método de transporte más contaminante, quedará reservado sólo para los viajes más largos.
Por último, el Gobierno estadounidense también solicita a a los funcionarios que utilicen el transporte público en la medida de lo posible; máxime cuando “estén realizando viajes locales o al llegar a su destino oficial”.
De hecho, en su comunicado oficial, la Casa Blanca señala que “pedimos a todos los funcionarios federales que aboguen por el uso de medios de transporte sostenibles para sus viajes oficiales. Un compromiso que debería permitir facilitar el acceso a los vehículos eléctricos y luchar contra la crisis climática”. Y la consejera de la Casa Blanca para la Calidad Medioambiental, Brenda Mallory, ha ido más allá: “[con estas medidas], el Gobierno Federal ahorrará dinero a los contribuyentes, reducirá emisiones contaminantes, reforzará nuestra creciente industria de vehículos eléctricos y creará empleos de calidad y bien pagados”.
