Extreme E Ocean X-Prix: Fibra, agua y arena en el Lago Rosa de Dakar
Carlos Sainz, Laia Sanz, Cristina Gutiérrez y Christine Giampaoli no tuvieron su mejor día en el segundo evento de la temporada inaugural del Extreme E, disputado en la icónica playa del Lago Rosa cercana a la ciudad senegalesa de Dakar, donde hasta en 25 ocasiones hemos visto finalizar el rally raid más famoso de todos los tiempos.
Ellos no tuvieron su mejor fin de semana, pero sí los aficionados a la competición todoterreno, porque en esta ocasión hubo mucho de ambas cosas: de competición y de todoterreno. Y es que si echamos la vista atrás al primer evento del campeonato, el Desert X Prix, nada tiene que ver el tremendo espectáculo ofrecido por los pilotos y sus 4×4 eléctricos en esta ocasión con la casi total ausencia de lucha vivida en el rápido y polvoriento trazado de Arabia Saudita.
Ocean X-Prix: Un trazado más lento para fomentar el espectáculo
Aprendida la lección del rapidísimo trazado diseñado para las arenas de Al-Ula, en esta ocasión el recorrido combinaba una sección rápida en la propia playa del Lago Rosa con zonas mucho más técnicas hacia el interior, incluidas algunas puertas con anchura para un único vehículo, un circuito de 6,3 kilómetros en el que los Odyssey 21, de 550 CV, rara vez superaban los 80 km/h, salvo en la playa, donde las puntas rondaban los 140 km/h.
La acción comenzaba la mañana del viernes con el shakedown, consistente en una única vuelta de exploración al circuito, seguida a la tarde de una sesión de entrenamientos en la que los pilotos pudieron ir haciéndose al trazado y ajustar los reglajes para las clasificatorias del sábado.
Dos de los 18 pilotos, Jenson Button y Claudia Hürtgen, no repetían en esta segunda cita y eran reemplazados, respectivamente, por el campeón del Europeo de Rallycross Kevin Hansen y la campeona del Dakar Jutta Kleinschmidt. Oficialmente, ambos son reemplazos temporales. Button quería estar más centrado en su rol de jefe de equipo en esta prueba, mientras que Hürtgen padecía un virus estomacal, pero lo cierto es que sus sustitutos han mostrado un nivel de conducción netamente superior al de los pilotos titulares, por lo que sería lógico volver a encontrarlos en futuros X-Prix.
Para Kevin, quien conocía someramente el vehículo tras haberlo pilotado tanto en su estreno en el Château de Lastours como en la prueba de pretemporada de Aragón, por aquel entonces con el equipo Andretti United, la conducción en arena era prácticamente una novedad, si bien el piloto sueco reconocía que el trazado y el terreno le recordaban a los del Rally de Andalucía que disputó a finales del año pasado. A pesar de llegar a clasificarse para la final, Kevin no tuvo la oportunidad de disputarla, puesto que el vehículo del equipo JBXE acabó prematuramente la primera vuelta con la rueda trasera derecha prácticamente arrancada de cuajo cuando lo pilotaba su compañera Mikaela Åhlin-Kottulinsky.
Y es que la accidentada final quedó un tanto deslucida por el abandono tanto de la piloto sueca como de Cristina Gutiérrez, quien en un arriesgado cuerpo a cuerpo con Molly Taylor por la primera posición se llevaba la peor parte, dañando irremediablemente su vehículo y teniéndose que conformar con una última posición que no refleja el fantástico papel de la burgalesa a lo largo del fin de semana. En cualquier caso, lo mejor de todo es que la competitividad mostrada en Al-Ula por el tándem formado por Cristina y Sébastien Loeb no es un espejismo, y el rendimiento de la española es claramente superior a la media de las pilotos de los demás equipos, por lo que no es descabellado pensar en que el Odyssey 21 del equipo de Hamilton tiene aún posibilidades de hacerse con el título.
Pero la realidad es que Taylor y Johan Kristoffersson son, si no el dúo más rápido, sí el más regular, lo que les ha servido para imponerse en los dos eventos disputados. El sueco ha demostrado que nadie le ha regalado sus tres títulos en el mundial de rallycross, y que no solamente es rápido, sino que domina la lucha rueda a rueda, como demostró especialmente en la primera semifinal, en la que tuvo numerosos contactos con Loeb, a quien acabó ganado la partida en la primera vuelta de una carrera muy disputada y emocionante en la que, todo sea dicho, Mattias Ekström no dio opciones. El alemán dejó a Jutta el Odyssey 21 de Abt Cupra en la primera posición, pero su compatriota falló en el relevó, arrancó tarde, dejó que tanto Cristina como Taylor la adelantaran y no fue capaz de remontar. Aun así, la ganadora del Dakar mostró mucha velocidad, recortó la distancia, intentó más de un adelantamiento en las zonas más técnicas del trazado, pero no tuvo suerte.
Shootout: una carrera a tres que no debes dejar de ver
En cualquier caso, esa primera semifinal fue realmente espectacular, pero la mejor carrera del fin de semana fue la primera de todas, el shootout, precisamente la prueba en la que los tres últimos clasificados en los entrenamientos cronometrados se disputaban las tres posiciones finales del evento tras no conseguir el paso a las semifinales. Lo curioso es que los tres equipos peor clasificados fueron tres de los favoritos que, por diversos problemas, no pudieron acceder a las semifinales: el Hummer de Chip Ganassi (con Kyle LeDuc y Sara Price), el coche de Andretti United (con Timmy Hansen y Catie Munnings) y el del equipo 100 % español de Acciona, formado por Carlos Sainz y Laia Sanz.
El equipo de Chip Ganassi se impuso tanto por estrategia como por el talento de LeDuc, que ya se había mostrado asombrosamente rápido y combativo en Al-Ula. Al igual que en el shootout saudí y a diferencia de lo que suelen hacer los demás equipos, La piloto femenina de Chip Ganassi inició la carrera junto a Timmy Hansen y Carlos Sainz. El español y el sueco protagonizaron una tremenda lucha rueda a rueda al inicio de la vuelta, pero Timmy fue desinflándose hasta el punto de que Sara estuvo cerca de adelantarle. Finalmente, Carlos entregó el coche a Laia en primera posición con un buen puñado de segundos, Catie salía segunda en el relevo y Kyle se veía obligado a remontar, de forma parecida a lo que había ocurrido en el shootout de Al-Ula, en el que LeDuc acabó embistiendo a una Claudia Hürtgen increíblemente lenta.
Pero en las playas de Dakar la historia acababa de manera completamente diferente, con el americano arrancando las pegatinas a sus dos rivales en un Hummer que parecía volar sobre los saltos de la zona más técnica, demostrando una mejor puesta a punto de las suspensiones y una habilidad prodigiosa para leer el terreno, incluso detrás del polvo de sus rivales. A pesar de disputar una sola carrera frente a las dos de los semifinalistas y las tres que correrían los finalistas, LeDuc consiguió hacerse además con el mejor tiempo en el supersector, una especie de meta volante que otorga cinco puntos al mejor tiempo logrado en esa zona (la más técnica) en cualquier momento del fin de semana.
Y, volviendo al tema de la estrategia, resulta curioso que casi todos los equipos en casi todas las carreras alinean al piloto masculino (que en general, a día de hoy, es más competitivo) en la salida y dejan la segunda vuelta para la piloto femenina. En la práctica, los pilotos se estorban mutuamente en esa primera vuelta y no pueden rodar siempre a su ritmo. Por eso la estrategia de Chip Ganassi nos parece muy acertada, ya que Sara Price puede llevar su ritmo en la primera vuelta (perdiendo menos tiempo total que si peleara con Catie Munnings y Laia Sanz) mientras que LeDuc tiene más posibilidades de adelantar en su turno, ya que su diferencia de ritmo con sus rivales va a ser mayor que si compitiera directamente con Timmy Hansen y Carlos Sainz.
Ocean X-Prix: conslusiones
Así que no hubo vuelcos en Senegal, pero sí numerosos adelantamientos, muchísimos contactos y, en general, un nivel de espectáculo y competitividad que, de mantenerse en los próximos eventos, hará sin duda que el Extreme E genere cada vez un mayor interés. No obstante, aún quedan muchas cosas por pulir.
De entrada, dado que en esta ocasión la visibilidad no fue un problema, no parece muy lógico haber mantenido el formato de clasificatorias por tiempos en la jornada del sábado en lugar de realizar carreras cuerpo a cuerpo, como estaba previsto antes del inicio del campeonato. Es verdad que el actual número de vehículos (nueve) obligaría a hacer tres mangas de tres coches para lograr un formato equitativo, pero vistos el shootout y las semifinales, carreras todas ellas disputadas con tres coches, se demostró que este formato puede ser incluso más interesantes que la final con cuatro vehículos.
Otro aspecto a mejorar deberían ser las suspensiones de los Odyssey 21, que piden a gritos un doble amortiguador. La parte positiva es que son iguales para todos, mientras que la negativa es que trasladan al chasis y al piloto grandes sacudidas que acarrean daños potenciales a los primeros y problemas de fiabilidad a los segundos. Evidentemente, cada piloto sabe lo que conduce y debería saber cómo sacarle el máximo partido, dónde puede forzar y dónde debería no hacerlo, pero en la práctica una mayor resistencia a las compresiones más severas haría que los coches se viesen más ágiles y que los recorridos pudieran ser más abruptos sin que la velocidad en las zonas técnicas sea tan baja.
Seguimos además sin entender la ausencia de unas potentes luces traseras de polvo en la parte superior de la zona trasera, como las que llevan todos los vehículos de raids. Es una medida fácil de implementar que redundaría en una clara mejora de la seguridad.
Otro aspecto a mejorar afecta a las retransmisiones. De entrada, por parte de RTVE no es de recibo que la final no se emita en directo, mientras que, por otra parte, la realización sigue teniendo lagunas, como los mapas virtuales del recorrido y de la posición del coche, que muchas veces se muestran casi a pantalla completa mientras la acción se deja en una ventanita (en lugar de hacer lo contrario) o la escasa nitidez de las cámaras instaladas en los vehículos.
Por último, centrándonos en lo estrictamente deportivo, viendo la rotación de pilotos que ya se ha producido en solo dos carreras, entendemos que tendría que haber clasificaciones independientes para pilotos y equipos.
Pero lo importante es que el formato funciona. La competición paritaria y sostenible de Alejandro Agag es ya una realidad que en su segunda carrera ha conseguido dar un importante paso adelante respecto a su estreno. La próxima cita del certamen, la tercera de cinco, se producirá el 28 y 29 de agosto en Groenlandia, en el Arctic X-Prix, que pretende concienciarnos sobre los problemas medioambientales generados por la reducción paulatina de la masa de permafrost y, de paso, ofrecer su espectáculo con un glaciar como telón de fondo y, con un poco de suerte, con nada menos que 10 coches en liza si finalmente se produce la llegada del equipo Techeetah.
Resultados Ocean X-Prix
Puesto | Pilotos | Tiempo |
---|---|---|
1.º | Johan Kristoffersson / Molly Taylor | 21:52 |
2.º | Stéphane Sarrazin / Jamie Chadwick | +23,73” |
3.º | Kevin Hansen / Mikaela Åhlin-Kottulinsky | No acabó |
4.º | Sébastien Loeb / Cristina Gutiérrez | No acabó |
Clasificación final
Puesto | ||
---|---|---|
Puesto | Pilotos | Puntos |
1.º | Molly Taylor / Johan Kristoffersson | 36 |
2.º | Cristina Gutiérrez / Sébastien Loeb | 27 |
3.º | Mikaela Åhlin-Kottulinsky / Jenson Button / Kevin Hansen | 27 |
4.º | Jamie Chadwick / Stéphane Sarrazin | 27 |
5.º | Claudia Hürtgen / Mattias Ekström / Jutta Kleinschmidt | 22 |
6.º | Sara Price / Kyle Leduc | 19 |
7.º | Christine Giampaoli / Oliver Bennett | 17 |
8.º | Laia Sanz / Carlos Sainz | 10 |
9.º | Catie Munnings / Timmy Hansen | 9 |