El importe del impuesto de circulación, siempre dentro de unos límites indicados por Ley, varía en función de cada ayuntamiento. Para los turismos, se calcula en función de su potencia fiscal, que se mide en CV fiscales (CVF) y se divide en distintos tramos: de 8 a 12 CVF, de 12 a 16 CVF… ¿La potencia fiscal más habitual? 11,99 CVF, la que tiene el turismo más vendido en 2020 en España, según un informe de AEA (Automovilistas Europeos Asociados).
Lo más llamativo es que, debido a esa libertad de los ayuntamientos, la diferencia de precio de este impuesto entre las principales ciudades españolas puede alcanzar hasta el 150 %; por ejemplo, en Santa Cruz de Tenerife, un coche de 11,99 CVF paga 34,08 euros, mientras que en San Sebastián supone un impuesto de 86,64 euros.
Los vehículos electrificados, exentos hasta un 75 % de este impuesto
La gran mayoría de los ayuntamientos españoles ofrece bonificaciones en el IVTM para vehículos eléctricos o híbridos. Los primeros logran una rebaja del 75 % de este tributo en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla… y lo mejor, lo logran durante toda su vida útil; aunque otras ciudades imponen un período límite para esta bonificación: por ejemplo, en Valencia, el 75 % pero sólo durante los cuatro primeros años desde su matriculación.