El problema es que si su precio de mercado -según empresas de valoración de vehículos usados como DAT Ibérica o EurotaxGlass’s- es inferior a lo que debes -porque se ha depreciado mucho, está roto, en muy mal estado-… además de embargarte el coche, judicialmente, procederán a embargarte de la cuenta de tu banco o nómina el dinero que resta por pagar del préstamo. Si te declaras insolvente -tendrás que demostrar que no tienes ingreso ni propiedad alguna- entonces el juez canjeará tu deuda por días de prisión.
En el caso de que tengas tu coche en rénting -alquiler a largo plazo, unos tres o cuatro años, que incluye seguro y mantenimiento- y no quieras seguir pagando las mensualidades hasta el final del contrato… deberás pagar las penalizaciones que figuran en él por cancelación anticipada… y pueden suponer hasta un 30% más sobre la cantidad que reste por abonar.
Tanto en uno como en otro caso, lo mejor siempre es adelantarse a la situación, y hablar con la financiera, banco o empresa de rénting para intentar aplazar los pagos o refinanciar lo que te reste por abonar. En muchos casos, funciona.