El Toyota Prius ha sido desde su lanzamiento un referente en respeto por el medio ambiente y eficiencia, sin embargo, a las puertas de Salón de Tokio –del 30 de octubre al 8 de noviembre-, Toyota arroja luz sobre las innovaciones que integrará la cuarta generación del híbrido japonés, el cual mejora su eficiencia en un 18%. Según la marca, las nuevas tecnologías mejoran la seguridad, la asistencia a la conducción, el confort y la información que recibe el conductor sobre el rendimiento del vehículo.
Para empezar, la plataforma TNGA sitúa su centro de gravedad en un punto más bajo que su predecesor, lo que conjuntamente con la rigidez –un 60% más- de su carrocería lo hace más seguro. La utilización de acero ha incrementado también de un 3% a un 19%, influyendo positivamente en el peso, en las prestaciones, en el comportamiento y en la protección en caso de accidente. Por otro lado, se ha eliminado el retardo o ´lag´ entre pisar el acelerador y la respuesta del motor, incluyendo un sistema adaptativo para una conducción personalizada.
El paquete Safety Sense añade en el nuevo Prius control de crucero adaptativo con radar y reconocimiento de peatones en el sistema precolisión, disponiendo asimismo de SIPA –un sistema de aparcamiento automatizado-. Además, la pantalla doble de 4,2 pulgadas en HD se puede manejar desde el volante e integra todos los parámetros informativos del automóvil, añadiendo un visor en el parabrisas que permite mantener la vista en la carretera. El climatizador, por su parte, detecta los asientos ocupados para ajustar la ventilación.
Interiormente, lo más destacado son sus asientos, con una nueva puesta a punto en comodidad y sujeción con vistas al confort en viajes largos. A su vez, la carrocería da prioridad a unas formas ascendentes que se extienden hasta el final del coche, reduciendo su altura total en 2 cm. y consiguiendo un coeficiente aerodinámico difícilmente igualable en su segmento: 0,24 Cx. En Europa, se podrá escoger entre 7 colores, con dos tipos de blanco, rojo, azul, gris, plata y negro.
En lo referente al sistema híbrido, Toyota ha reducido las pérdidas energéticas a través de cambios en la disposición de sus componentes –un motor en cada eje-, disminuyendo asimismo el peso. Así, las emisiones y el consumo bajan un 18%, gracias también a una eficiencia térmica del 40% -líder absoluto- de su motor 1.8 de gasolina. Además, la batería híbrida de hidruro de níquel se ha situado bajo los asientos posteriores, evitando restar espacio al maletero.