El panorama automotriz español ha experimentado un cambio notable en la última década, con un marcado incremento en el precio medio de los coches diésel nuevos. Según los datos recopilados por AutoScout24, el portal especializado en vehículos de segunda mano de Sumauto, en colaboración con la Agencia Tributaria, el coste promedio de un vehículo diésel ha aumentado significativamente en un 82,4 % durante los últimos diez años en España.
Esta subida ha llevado a que los precios de los coches diésel alcancen niveles equiparables a los de los vehículos eléctricos, una tendencia que contrasta con la percepción tradicional de que los diésel eran una opción más asequible en el mercado automotriz.
Este encarecimiento se ha visto impulsado en gran medida por la disminución de la oferta de coches diésel en segmentos de tamaño pequeño, quedando relegados principalmente a segmentos como los compactos, las berlinas y los SUV de tamaño medio y grande. Esta restricción en la oferta ha contribuido al crecimiento exponencial en el precio promedio de los coches diésel.

Motivos del incremento de los precios de los coches diésel
El declive del diésel ha sido evidente en los últimos años, con una disminución en su participación en el mercado español. En 2023, solo representó el 12,5 % de las matriculaciones, en comparación con el 40,8 % de los vehículos a gasolina y el 46,7 % de los vehículos impulsados por nuevas tecnologías, como híbridos y eléctricos puros, según un informe de la Dirección General de Tráfico.
En total, se comercializaron poco más de 118.000 vehículos diésel en el mercado español en 2023, marcando un cambio significativo desde el punto álgido de la «dieselización» en 2007, cuando se matricularon más de 1,1 millones de vehículos diésel.
El declive del diésel se ha visto influenciado por varios factores, incluido el escándalo del Dieselgate en 2015 y la implementación de leyes anticontaminantes más estrictas en Europa, que han llevado a muchos fabricantes a reducir gradualmente la producción de coches diésel. Además, el cambio en el protocolo de homologación de vehículos nuevos bajo el procedimiento WLTP a partir de 2018 ha contribuido al encarecimiento de los vehículos diésel al aumentar los impuestos asociados con las emisiones de CO2.
El futuro del diésel es incierto, pero Ignacio García Roji, portavoz de AutoScout24, sugiere que los combustibles sintéticos producidos con energía renovable podrían ser una opción para mantener los vehículos diésel en funcionamiento. “A medida que las restricciones aumentan y la prohibición de circulación de vehículos de combustión en 2050 se acerca, los combustibles sintéticos producidos con energía renovable serán la tabla de salvación para mantener vehículos diésel en funcionamiento”.
A lo que continuó añadiendo: “No olvidemos que el diésel sigue siendo a día de hoy la mejor opción para aquellos conductores que requieren bajo consumo y máxima autonomía por el elevado kilometraje que realizan. Para ello, sin embargo, la evolución tecnológica y la adopción de fuentes de energía más limpias son cruciales para mitigar el impacto ambiental y garantizar un futuro sostenible no solo del diésel, sino también de las motorizaciones híbridas.”
