Se quiere vetar su entrada en el centro de las ciudades

Los coches diésel, perseguidos en Alemania… y en Barcelona

Victor Delgado
Victor Delgado
El país teutón quiere prohibir su entrada en el centro de las poblaciones, mientras que en la Ciudad Condal pueden vetar su publicidad en las calles.


Definitivamente, la gran mayoría de instituciones y buena parte de la población está en contra de los motores diésel debido al negativo impacto que causan sobre el medio ambiente. Las últimas demostraciones de ello proceden de Alemania y desde Barcelona. Recordemos que en los últimos tiempos estas noticias, a pesar de estar protagonizadas por Volkswagen desde su falseo de emisiones el pasado mes de septiembre, han salpicado prácticamente a toda la industria, siendo Mitsubishi la última señalada en este sentido.

Para empezar, el país teutón quiere prohibir la entrada en los grandes núcleos urbanos a cualquier automóvil con motor de gasóleo superior a un año. Esta decisión viene motivada por un estudio realizado por la Agencia Medioambiental que revela que las partículas de NOx producen cáncer, matando anualmente a más de 10.000 personas. Las únicas unidades no vetadas, por tanto, serían las que cumplen la normativa Euro 6, a las que se les distinguiría mediante una pegatina azul que avisase de su exención.

El caso es que esta medida afectaría a más de trece millones de vehículos, siendo solo aptos para la circulación en las grandes ciudades medio millón de automóviles. La sanción de entrar en una zona restringida sin autorización estaría cifrada en 80 euros; no obstante, desde el Ministerio de Medio Ambiente alemán se asegura que se trata de una decisión temporal que tiene como objetivo incentivar la compra de coches eléctricos.

Mientras tanto, en Barcelona…

Por otro lado, en la Ciudad Condal, la Plataforma por la Calidad del Aire ha emitido una petición oficial al Ayuntamiento la retirada de los anuncios de coches diésel -y de los cruceros, que utilizan el mismo tipo de combustible- de las plataformas y soportes públicos de publicidad en Barcelona. La razón esgrimida es que se trata de una de las principales causas de la alta contaminación sufrida en la ciudad, por la cual ya habrían fallecido unas 3.500 personas en el área metropolitana de Barcelona.