Desde hace aproximadamente una década, y a raíz de diferentes normas anticontaminación, los fabricantes de coches cada vez ponen más esfuerzos en reducir la huella que dejan sus emisiones de CO2 en la atmósfera, ya sea haciendo vehículos menos contaminantes o por medio de acciones sostenibles. Volkswagen siempre ha sido un experto en marketing, y por ello introduce en su filosofía de marca el proyecto ´Think Blue´, destinado a contrarrestar la contaminación de sus automóviles a través de diferentes alternativas; pero, ¿en qué consiste? ¿Es algo efectivo o simplemente ´de cara a la galería´?
Árboles y bosques
Lo más llamativo de esta iniciativa es la plantación de árboles de diferentes especies autóctonas –hayas, avellanos, robles, abetos, castaños, pinos, encinas, manzanos€- que absorban el CO2 generado por un Volkswagen en sus primeros km. de vida. Para ello, se han creado los llamados bosques Think Blue, encargados de acoger los árboles y donde en España hay actualmente 6, situados 3 de ellos en Cantabria y otros 3 en Palencia, Navarra y Ávila. Volkswagen se ha comprometido a su cuidado y conservación durante un período mínimo de 6 y 30 años respectivamente, para contrarrestar 887,73 toneladas de CO2.
En total, ya son más de 125.000 árboles y 75 hectáreas plantadas. Sin embargo, la creación de éstos no tiene solo como objetivo la compensación de las emisiones, sino también la recuperación de espacios naturales en degradación y el fomento de la biodiversidad. En este momento, adquirir un Volkswagen lleva asociado el sembrado de un árbol, no obstante, la marca ofrece un paquete como equipamiento opcional en todos sus modelos de un grupo de árboles para compensar las emisiones de CO2 de los primeros 20.000 km€ por un precio medio de 150 euros. De la misma forma, a principios de esta década podían compensarse la contaminación de hasta más de 100.000 a través de este método, previo pago de cantidades que superaban incluso los 1.000 euros.
Motores eficientes
De cualquier forma, esta actitud de Volkswagen está complementada con un esfuerzo por conseguir la máxima eficiencia en este sentido para sus motores, con una gama BlueMotion que incluye Start&Stop, recuperación de la energía de frenado, filtro de partículas DPF, neumáticos de baja resistencia a la rodadura, avisador de cambio de marcha en el momento óptimo y aerodinámica optimizada. Todo construido en fábricas en constante evolución, las cuales disminuyen continuamente las emisiones de los disolventes y de CO2, el consumo de agua y energía y eliminando basuras, para conseguir un impacto medioambiental un 25% menor en 2018 con respecto a 2010.
Activismo ecológico
Igualmente, el programa Think Blue se estructura en 3 puntos según Volkswagen, reducción –de emisiones, mediante la innovación tecnológica en sus motores-, compensación –todo lo que rodea a los árboles- y concienciación –convenciendo a las nuevas generaciones de la consecución de un mundo más sostenible-. Precisamente este último apartado es el que engloba diferentes actividades con este fin a lo largo de todo el mundo, entre las que destacan las siguientes:
- El rally de 1 litro (Australia): competición entre 6 conductores para ver quién podía recorrer una mayor distancia con solo 1 litro de combustible en un Polo 1.6 TDI de 90 CV.
- Bienvenido, lobo (Alemania): desde 1999, Volkswagen colabora con el Consejo alemán para la Defensa de la Naturaleza, con quien organizó la búsqueda de cuidadores voluntarios para lobos de la Alta Lausacia y se comprometió con la conservación de su entorno.
- Fotomatón Think Blue (Australia): coincidiendo con el Salón del Automóvil de Sidney se instaló un fotomatón-bicicleta que conseguía la energía suficiente para un disparo con 90 segundos de pedaleo.
- Patrocinio carrera San Silvestre Vallecana (España): desde 2008, Volkswagen patrocina esta carrera y, en 2010, plantó un árbol por cada corredor que consiguió completar los 10 km. del recorrido en menos de 40 minutos.
- Navidades recicladas (Italia): instalación de un ´reciclador navideño instantáneo´ para tirar botellas vacías y envoltorios o papeles usados y recibir a cambio un adorno navideño sostenible.
- The fun theory (Suecia): premio a las ideas más divertidas relacionadas con el reciclaje, que sirvieron para aumentar la concienciación de la gente gracias a, entre otros, ´la papelera más honda del mundo´ o un contenedor de botellas ´arcade´.
- Colaboración con el museo MoMA (EEUU): reunión de obras de arte relacionadas con el cuidado y el sostenimiento del medio ambiente, la justicia social y la escasez de recursos, combinado con una oferta formativa que priorice el arte accesible a todo el mundo.
Contradicciones
Todo esto resulta bastante contradictorio después del ya famoso ´Caso Volkswagen´ debido al trucaje de homologación de sus emisiones. Cierto es que esto ha afectado a las emisiones de NOx, y no a las de CO2, pero de acuerdo con su campaña de concienciación de respeto y conservación del medio ambiente se trata de un escándalo mayúsculo, y más teniendo en cuenta que Volkswagen promueve y participa activamente en todo lo comentado anteriormente.
Para saber lo que piensan sus clientes, hemos hablado con uno de ellos –ha pedido mantener tanto su anonimato como el de la concesión-, poseedor de un Volkswagen Tiguan TDI afectado por el reciente suceso. Esta persona se siente indignada debido a las nulas órdenes e información que tienen los empleados del concesionario, y ´gracias´ a ello ha obtenido una atención comercial en forma de descuento para próximas revisiones.
Su pensamiento es que han buscado rentabilizar en exceso las mecánicas diésel, y lo considera incluso una posible estrategia para el futuro lanzamiento de coches híbridos o eléctricos, como es el caso de la próxima generación del Phaeton. Es más, según lo hablado en Volkswagen con los comerciales, deduce que los motores ni siquiera se modificarán al estar «dentro de la legalidad», lo cual le lleva a pensar si habrá o no revisiones, pues le han argumentado que «todas las marcas emiten más NOx de lo acordado».
En cualquier caso, reconoce que no pagaría para contrarrestar las emisiones de su vehículo, pues aunque es defensor de la sostenibilidad, cree que esta responsabilidad recae directamente en la marca, no en los usuarios, y mucho menos teniendo que pagar un sobreprecio por el coche. Una reflexión cuanto menos interesante.