La Sierra de Madrid está a un tiro de piedra y puede ser el escenario de múltiples aventuras con nuestra Van Panama. Solo que con la ventaja de no tener que reservar casa rural o habitación en el hotel de turno, sino disfrutar y aprovechar el excelente entorno natural que nos ofrecen las formaciones montañosas de la sierra.
Este escenario de montaña, con fuertes desniveles y carreteras estrechas es el escenario donde la Van Panama demuestra muchas de sus posibilidades. Lo que parece un tranquilo vehículo urbano se convierte en minutos en una “factoría de ocio”, donde las bicicletas, las mochilas o los kayak son compatibles con una cena bajo las estrellas o un baño improvisado.
Ubicada de manera privilegiada en el macizo del Guadarrama, Lozoya es la típica localidad montañosa de la sierra madrileña, circundada por bosques de robles y pinos que ofrecen una oportunidad única para limpiar nuestros pulmones y caminar, así con excelentes vistas a los valles y montañas de la vertiente sur de la zona.
En sus calles estrechas se guardan excelentes muestras de arquitectura religiosa medieval como la iglesia del Salvador, y por supuesto un casco urbano que acoge también el antiguo convento y el edificio histórico del ayuntamiento. No podemos olvidar el embalse de Pinilla, que en verano refresca las vistas.
Algo similar sucede en Rascafría, cuyo nombre ya invita a una visita en lo más crudo del invierno. La iglesia parroquial de San Andrés y su ayuntamiento imitando la arquitectura neomudéjar son dos joyas de distintas épocas para apreciar, pero nos gusta todavía más el agradable paseo por las orillas del río Lozoya entre árboles y miradores que nos ayudan a apreciar el entorno natural. Las limitaciones a vehículos motorizados lo convierten en un lugar perfecto para los amantes del senderismo….
No podemos olvidar el monasterio de Santa Maria del Paular del siglo XIV, una mezcla de renacimiento, gótico y barroco que actualmente ocupan los monjes benedictinos, y si es verano, el parque de Las Presillas, unas bonitas piscinas naturales habilitadas para el baño (salvo en época de coronavirus) y para tomar una buena merienda. Numerosas rutas como la RV6 pueden amenizar también nuestra parada en Rascafría.
El Puerto de Cotos y el de Navacerrada son sendas citas ineludibles en invierno. Los esquiadores se agolpan en la estación del Puerto pero el propio pueblo llama también nuestro interés. La Barranca dispone de un área recreativa con zonas de aventura y senderismo de gran interés, y la ruta circular por el Embalse de Navacerrada resulta también una opción acertada para pasar la tarde o la mañana. Quizá también subir a la Bola del Mundo, el lugar perfecto para un buen selfie.
En estas carreteras de montaña se demuestra la versatilidad de este vehículo. La posibilidad de movernos con el cambio manual nos proporciona el placer de conducir adaptándonos a los fuertes desniveles de montaña. La insonorización del vehículo es muy buena y se nota la experiencia de Benimar en el tema de mobiliario e instalaciones complementarias. Si a esto lo unimos la facilidad y sencillez para desplegar el techo y la cama en altura sabemos que hemos hecho la compra adecuada.
Colmenar Viejo exige detenerse a apreciar sus múltiples bondades. Se trata de una localidad de alto interés cultural y con un bonito casco histórico y tradicional. Su patrimonio va parejo a todo esto, con la iglesia de los Remedios y las capillas de Santa Ana y San Francisco de Asís, y un citado barrio central de aires góticos y tradicionales.
En Hoyo de Manzanares apreciamos ya un cambio en el entorno, más alejado de la pura montaña. Pero naturaleza no falta, con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares con bonitos encinares y vistas a las rocas de La Pedriza. Sus calles llenas de encanto destacan por una interesante plaza del Ayuntamiento y su torre, así como la de la Caldereta o la denominada Fuente del Caño.