La próxima temporada de Fórmula 1 marcará un antes y un después en la historia de este deporte. Con cambios drásticos en el reglamento técnico, el desarrollo del motor se convierte en un factor decisivo.
En este escenario, Honda ha asumido el reto de diseñar una unidad de potencia revolucionaria que será el corazón del Aston Martin F1 a partir de 2026. La exclusividad del acuerdo implica que el éxito o fracaso del motor impactará directamente en las aspiraciones de la escudería británica.
Durante las 24 Horas de Daytona, Koji Watanabe, presidente de Honda HRC, dejó claro que la situación es compleja:
“Estamos luchando. Ahora estamos haciendo todo lo posible para mostrar el resultado el año que viene”.

Estas palabras evidencian la presión a la que se enfrenta Honda, que debe adaptar su tecnología a las nuevas normas, con cambios que afectarán tanto al motor térmico como al eléctrico.
El reto tecnológico de Honda
La nueva unidad de potencia que Honda prepara para el Aston Martin supone un cambio radical. Según explicó Watanabe en una entrevista con Planet F1, “todo es nuevo”.
Entre los aspectos más destacados, el motor eléctrico pasará a contar con 355 kW. Además, se debe desarrollar una batería ligera y eficiente, un elemento clave en la transición hacia un sistema híbrido más potente y ecológico.
El motor de combustión, por su parte, reducirá su potencia a unos 475 CV, contrastando con los cerca de 800 CV actuales. Este cambio en el balance de potencia implica que la unidad híbrida complete el paquete para alcanzar unos 475 CV eléctricos, lo que representa un reto de ingeniería de gran envergadura. Watanabe subrayó:
“El motor es nuevo, de 355 kW (eléctrico), muy compacto, que es lo que necesitamos. También la batería ligera, que no es tan fácil de desarrollar… Y también el pequeño motor con gran potencia.”
La complejidad del proyecto es comparable a la que enfrenta Red Bull, cliente actual de Honda, en su división RB Powertrains, desarrollada en colaboración con Ford. Queda claro que la evolución técnica que demanda el reglamento de 2026 es un desafío para todos, y Honda se encuentra en el epicentro de este proceso.
La advertencia de Adrian Newey
Una de las voces más influyentes en la Fórmula 1, Adrian Newey, ha sonado fuerte en los últimos días. El genio de la aerodinámica, que pronto se unirá a Aston Martin, ha advertido sobre la importancia de contar con un motor competitivo en esta nueva era. En una entrevista con Auto Motor und Sport, Newey puntualizó:
“Existe la posibilidad de que alguien venga con un motor de combustión dominante que dure todo el reglamento, porque es difícil para los demás ponerse al día viniendo desde atrás.”
Estas palabras no sólo reflejan la incertidumbre que existe en el paddock, sino que también ponen en evidencia el riesgo que enfrenta Aston Martin F1 si el motor de Honda no cumple con las expectativas.

La apuesta de Newey se basa en la necesidad de equilibrar el rendimiento entre las diferentes unidades de potencia, en un contexto en el que cualquier desajuste podría definir el campeonato.
La integración de Newey en Aston Martin F1 será fundamental. Su experiencia y visión técnica se convertirán en elementos claves para superar el desafío que representa el cambio de paradigma en la Fórmula 1.
La colaboración entre Newey y el equipo británico, junto a la experiencia de pilotos como Fernando Alonso, se perfilan como elementos decisivos para el futuro del proyecto.
La trayectoria de Honda en la Fórmula 1
La historia de Honda en la Fórmula 1 ha sido un camino de altibajos. Tras un debut decepcionante con McLaren en 2015, la marca japonesa vivió tres temporadas difíciles antes de encontrar el éxito en asociación con Red Bull a partir de 2019.
Desde entonces, Honda se ha consolidado como uno de los motores más potentes y fiables, superado únicamente por Ferrari, y con una ventaja notable sobre Mercedes y Renault (Alpine).
Sin embargo, la transformación tecnológica que impone el reglamento de 2026 supone dejar atrás un modelo que ha funcionado con éxito durante años.

La nueva estrategia requiere una reinvención total, en la que Honda debe equilibrar la potencia térmica y eléctrica para competir al más alto nivel. La presión es mayúscula, y las palabras de Watanabe reflejan una mezcla de determinación y preocupación:
“Todo es muy difícil, pero hacemos todo lo posible.”
El éxito de Honda en este nuevo proyecto es vital, no sólo para la escudería británica que confió en la marca japonesa, sino también para el futuro de la competición en general. La evolución del motor híbrido es uno de los puntos críticos para que la Fórmula 1 mantenga su atractivo y relevancia en una era de grandes transformaciones tecnológicas.
Desafíos y expectativas para Aston Martin F1
Para Aston Martin F1, el acuerdo con Honda representa una apuesta ambiciosa. La escudería británica, que ya ha mostrado intenciones de competir en la élite del automovilismo, depende ahora de que la nueva unidad de potencia sea un éxito.
El desarrollo del AMR26, cuyo diseño estará fuertemente influenciado por Newey, se enfrenta a la incertidumbre que genera el cambio de normativa y las dificultades técnicas propias a las de un motor completamente renovado.
Además, el reto se ve acentuado por otros desafíos internos. El desarrollo del monoplaza se realizará en un túnel de viento nuevo, cuyos datos iniciales podrían no ser precisos, lo que complica aún más la tarea de optimizar el rendimiento del coche para 2026.

La incorporación de Newey y la experiencia de pilotos como Fernando Alonso son vistos como factores que pueden disminuir este riesgo, pero la presión es innegable.
La evolución de las tecnologías híbridas y la redistribución de la potencia entre el motor de combustión y el eléctrico serán decisivas. Si Honda logra superar estos obstáculos, Aston Martin F1 podría dar un salto cualitativo en la competición.
Sin embargo, la advertencia de Newey resuena en todo el paddock, recordando que cualquier retraso o fallo en el desarrollo del motor podría traducirse en una ventaja decisiva para otros competidores que ya están trabajando a contrarreloj.
Un futuro incierto pero lleno de posibilidades
La Fórmula 1 de 2026 se presenta como una era de cambio y retos que redefinirán el panorama del automovilismo. Con la unidad de potencia de Honda como pieza central, Aston Martin F1 se encuentra en una encrucijada donde la innovación y la capacidad de adaptación serán claves para competir al más alto nivel.
La colaboración entre Honda y Aston Martin F1 está llena de expectativas, pero también de incertidumbres. Las declaraciones de Koji Watanabe y la advertencia de Adrian Newey ponen de manifiesto la magnitud del desafío que tienen por delante.
A medida que se acercan los cambios en la normativa, el éxito del nuevo motor híbrido se convertirá en un factor determinante para definir quién dominará en la próxima era de la Fórmula 1.

La apuesta de Honda es arriesgada, pero también representa una oportunidad única para revolucionar el rendimiento de la escudería británica. Con una ingeniería innovadora y la experiencia combinada de figuras clave como Newey y Alonso, el futuro de Aston Martin F1 podría dar un giro sorprendente en la lucha por el campeonato.
La cuenta atrás ha comenzado, y el mundo de la Fórmula 1 observa con expectación el desarrollo de uno de los retos tecnológicos más ambiciosos de los últimos años.
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