Después de muchas especulaciones durante los últimos meses, el secreto a voces se ha hecho oficial. Renault dejará de fabricar motores para la Fórmula 1 después de la temporada 2025, así lo ha anunciado a través de un comunicado.
Esta decisión marca el fin de una era para la marca francesa, que ha sido una parte integral de la competición desde su entrada en 1977.
Sin embargo, mientras Renault se retira de la producción de motores, su equipo vinculado, Alpine, continuará compitiendo en el Gran Circo, aunque tendrá que buscar un nuevo proveedor de motores.
Renault en la Fórmula 1: un legado de éxito
Renault ha sido una de las marcas más exitosas en la historia de la Fórmula 1. Desde que debutó en la competición en la década de 1970, la marca ha logrado once títulos de pilotos y doce de constructores, destacando entre ellos los campeonatos obtenidos por Fernando Alonso en 2005 y 2006.
Además, Renault ha acumulado un impresionante palmarés que incluye 169 victorias, 213 poles, 176 vueltas rápidas y 463 podios, tanto con su propio equipo como con clientes como Williams y Red Bull.
Sin embargo, a pesar de estos éxitos, Renault ha tomado la decisión de cerrar su departamento de motores de Fórmula 1 en Viry-Châtillon, un cambio que coincide con la introducción de nuevas normativas para 2026.
Estas nuevas reglas, que exigirán motores aún más potentes y eficientes, requieren una inversión considerable. Renault ha decidido que no puede seguir siendo competitiva en este nuevo escenario y, por lo tanto, ha optado por cesar la producción de motores.
El futuro de Alpine en la Fórmula 1
A pesar de la retirada de Renault, Alpine continuará participando en la Fórmula 1. Sin embargo, el equipo deberá encontrar un nuevo proveedor de motores a partir de la temporada 2026.
Según rumores, es probable que Alpine firme un acuerdo con Mercedes, que perderá a Aston Martin como cliente en esa misma temporada. Un acuerdo con Mercedes proporcionaría a Alpine acceso a un motor de primera línea, lo que podría ayudarles a ser más competitivos en el futuro.
En la actualidad, Alpine ocupa una posición modesta en la clasificación de constructores, con sólo 13 puntos en 18 carreras en la temporada 2024. La salida de Renault y la necesidad de adaptarse a un nuevo proveedor de motores representan un desafío significativo para el equipo, que busca recuperar la competitividad y regresar a lo más alto de la parrilla.
El cierre del departamento de motores de Fórmula 1 en Viry-Châtillon no significa el fin de las operaciones de Renault en el mundo del automovilismo. De hecho, Renault ha anunciado que el centro se transformará en un nuevo hub de ingeniería llamado Hypertech Alpine, dedicado al desarrollo de tecnologías de vanguardia y vehículos de alto rendimiento. Este nuevo centro se centrará en proyectos innovadores como la creación de supercoches, la tecnología de baterías avanzadas y la investigación en propulsores eléctricos.
El objetivo de Renault con Hypertech Alpine es consolidarse como un líder en la innovación automotriz, aplicando las habilidades y conocimientos adquiridos en la Fórmula 1 en otros campeonatos, como la Fórmula E, el WEC y el Rally-Raid.
Además, Alpine mantendrá una unidad de seguimiento de la Fórmula 1 para continuar desarrollando las competencias del personal y seguir de cerca los avances en el deporte, lo que subraya el compromiso de la marca con el mundo de la competición, aunque desde una perspectiva diferente.
Protestas en Viry-Châtillon
A pesar de las promesas de transformación y el ahorro de costes que supone la retirada de Renault de la fabricación de motores, la decisión no ha sido bien recibida por los empleados de la planta de Viry-Châtillon.
El personal ha protestado contra lo que consideran una medida injusta, especialmente porque el motor para la normativa de 2026 ya estaba bastante avanzado y superando las expectativas de desarrollo.
Sin embargo, Renault ha asegurado que todos los empleados de Viry mantendrán sus puestos de trabajo y serán reubicados en el nuevo centro Hypertech Alpine.
Philippe Krief, director general de Alpine, ha destacado que la creación de este centro es clave para el futuro de la marca y su estrategia de innovación, lo que garantiza la continuidad del conocimiento y la experiencia del equipo en un entorno más acorde con los desafíos tecnológicos del futuro.
La salida de Renault de la Fórmula 1 no sólo marca el fin de una era para la marca francesa, sino también para el deporte en general. Renault ha sido un pilar en la historia de la competición, y su retirada deja un vacío importante. Además de los éxitos en pista, Renault ha sido una fuente de innovación tecnológica, contribuyendo al desarrollo de motores más eficientes y potentes.
Sin embargo, el impacto de esta salida también debe ser evaluado en términos financieros y estratégicos. Al convertirse en cliente de otro fabricante de motores, Alpine reducirá significativamente sus costes operativos, lo que podría liberar recursos para centrarse en otras áreas del rendimiento del coche, como el chasis y la aerodinámica. Asimismo, el acuerdo con Mercedes podría proporcionar a Alpine una ventaja competitiva que no tenía con su propio motor. Fin de una era.
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