Si algo funciona bien, ¿para qué cambiarlo? Es una cuestión que perfectamente podría haberse planteado Hyundai con el IX35, un modelo que a pesar de situarse a una distancia considerable en ventas del Qashqai, líder indiscutible del segmento, acaparó el 22% de las matriculaciones de SUV compactos en el 2014. Lejos de relajarse, Hyundai dobla su apuesta con un modelo más que solvente con otro que ha llegado a representar un cuarto de su éxito, por encima del i30.
Y es que el Tucson, nombre que retoma tras cambiar también la denominación de IX55 por Grand Santa Fe, se muestra muy actualizado respecto del IX35, del que hay que decir a su favor que no presentaba en su diseño síntomas del paso de los años. Pero es que el nuevo Tucson da una gran sensación de fuerza, pero a la vez de polivalencia€ y hasta de deportividad, con una parrilla frontal cromada realmente grande y de forma hexagonal, flanqueada por dos faros LED delanteros integrados perfectamente en el conjunto.
En la vista lateral, su diseño lo marcan unos grandísimos pasos de rueda y una línea en la ´cintura´ que va desde el pilar A hasta el C, para terminar en una trasera limpia y bien acabada, y en la que llama la atención un difusor de aluminio con una salida de escape doble cuadrada y cromada. El aspecto campero está presente en él, y aptitudes para ello no le faltan, aunque donde gana –y se sitúa a la altura de, por ejemplo, un Volkswagen Tiguan– realmente es en carretera, con su nuevo chasis que supone un aumento del 48% en rigidez torsional respecto de su predecesor.
Precisamente mejor que sus rivales principales –Nissan Qashqai, Renault Kadjar, Volkswagen Tiguan, Ford Kuga€- es en espacio interior, con sus 448 cm. de largo y 165 de ancho. En el habitáculo presenta una calidad de materiales superior a la media, con unos ajustes rematados en plástico –no blando, pero sí con un muy buen tacto-, y una dotación que incluye una pantalla táctil multimedia de 8 pulgadas, asientos delanteros calefactados y refrigerados, apertura del maletero inteligente y sistema de frenado de emergencia, entre otros. El maletero, por su parte, se muestra muy capaz con sus 513 litros –que se convierten en 448 con una rueda de repuesto estándar sustituyendo al kit reparapinchazos-.
Los propulsores que acompañarán al Tucson estarán adaptados a la norma Euro 6. Así, la gama queda dividida en 3 diésel –un 1.7 CRDi de 115 CV y dos 2.0 CRDi de 136 y 186 CV– y 2 de gasolina –un 1.6 GDI de 136 CV y un 1.6 T-GDI de 176 CV-. Los motores más potentes de cada versión incluyen tracción 4×4, mientras que los de acceso hacen lo propio pero en 4×2. La opción intermedia en diésel puede equipar tracción a las 2 o a las 4 ruedas. Por su parte, únicamente el 1.6 T-GDI de 176 CV va asociado a un cambio automático de 7 relaciones y doble embrague.
Por último, los acabados disponibles se dividirán en Essence, Klass, Tecno y Style, por orden de equipamiento, con un precio que arrancará por debajo de los 24.000 euros para dar ´guerra´ en un segmento tan disputado como es el de los SUV compactos.
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