Pago por uso de carreteras: la Asociación Española de la Carretera aplaude la medida del Gobierno

Para la AEC la recaudación servirá para conservar una infraestructura que acumula un déficit de mantenimiento de 7.500 euros, cantidad mínima necesaria para devolverlas a un estado aceptable.


La intención del Gobierno, en su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, de pagar por usar la red de carreteras a partir de 2024 ha causado un verdadero terremoto mediático. Muchos organismos están en contra de esta medida, pero también los hay que la apoyan. Es el caso de la Asociación Española de la Carretera (AEC) que, a través de un comunicado, ha querido explicar el porqué de su postura.

Uno de los argumentos principales tiene que ver con el estado de conservación de las carreteras españolas. La falta de mantenimiento «está haciendo mella en la infraestructura viaria de nuestro país, un patrimonio valorado en 215.000 millones de euros y que desde 2019 ha sido abandonado a su suerte debido a los ajustes en los presupuestos públicos», explican en el mencionado comunicado. Y es que los recursos destinados al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se redujeron un 76% entre 2009 y 2019.

Asimismo, como apuntan en su Informe sobre Necesidades de Inversión en Conservación de las Carreteras Españolas, la red de carreteras de nuestro país «acumula un déficit que se cifra en 7.500 millones de euros, cantidad mínima necesaria para devolverlas a un estado de conservación aceptable». Así, esta falta de mantenimiento también ha tenido consecuencias negativas para el medio ambiente, con un incremento en las emisiones de 25 millones de toneladas de CO2 en los últimos 10 años.

La situación es grave en términos económicos, medioambientales y también de seguridad. La Estrategia «Sistema Seguro» (que quiere reducir a la mitad el número de fallecidos por accidente de tráfico en 2030), la Ley de Movilidad, la Estrategia de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada, y el Pacto Verde Europeo son, para esta asociación, muy difíciles de cumplir con el estado actual de las carreteras españolas.

Tienen que llegar nuevos modelos de financiación para las carreteras

Para AEC, una mejora de la situación precisa de un nuevo modelo de financiación de las carreteras. Por ejemplo, nuevas fórmulas (como la Euroviñeta) recogidas en la Directiva 2011/76/UE sobre la aplicación de gravámenes a los vehículos pesados de transporte de mercancías por la utilización de determinadas infraestructuras y que se sustentan sobre el principio de que ‘quien usa paga y quien contamina paga’. Más aún considerando la oportunidad que supondría de cara a reducir los costes ambientales asociados al transporte terrestre, ya que por carretera se mueven el 83% de la mercancía.

Otro hecho que refuerza la idea de que tiene cambiar el modelo de financiación de la red viaria española, es que en el 82% de las carreteras interurbanas de alta capacidad, sus usuarios no pagan ninguna tasa por su uso. A ello se suma una gran desigualdad territorial (cuatro Comunidades Autónomas concentran el 52% de la red de peaje), poniendo de manifiesto una falta de armonización con el modelo vigente en Europa, donde actualmente 23 países tienen tarificado el 100% de su red de gran capacidad (en España, solo el 18%).

¿La solución? El «Bono de Movilidad»

Como apuntan desde AEC, hace más de 10 años se planteó una herramienta de financiación que «permitiría recuperar los déficits de conservación acumulados» mediante el pago por el sobre uso de las vías. Esto es, sólo se pagaría a partir de un determinado número de kilómetros recorridos o por razones de índole medioambiental.

Así, lo recaudado daría lugar a un fondo exclusivo para carreteras y transporte que «permitiera acabar con el déficit, realizar acondicionamientos puntuales, minimizar emisiones, crear carriles reservados, reducir los accidentes o adaptar las vías a modos de movilidad que puedan surgir en un futuro».

Este «Bono de Movilidad» debería implantarse en todas las redes viarias, independientemente de si su titularidad es pública o privada. A continuación te dejamos con un resumen de dicha propuesta:

  • Circulación libre y gratuita de todos los vehículos, para todas las redes de carreteras (sin contar las autopistas de peaje) hasta 10.000 km anuales para los vehículos ligeros y hasta 50.000 km para los pesados (más de 3.500 kg).
  • A partir de los 10.001 y 50.001 km, respectivamente, cobrar una cuota de 0,03 euros para los vehículos ligeros y de 0,10 euros para los pesados. ¿Cómo? Mediante un terminal embarcado (OBU) asociado a una cuenta corriente.
  • Se incluiría la posibilidad de modificar variables en función de las necesidades: horas valle, horas punta, nivel de servicio, emergencias, tipos de vía o necesidades ambientales.
  • Optimización de la demanda (gratuidad nocturna para los vehículos pesados), de la información y otros servicios asociados.
  • Control de accidentalidad y regulación de las emisiones.
  • Adaptación de las infraestructuras a los diferentes desafíos y soluciones que vayan llegando en un futuro. Esto es, digitalización, conectividad y conducción autónoma).
  • Creación de un fondo exclusivo para carreteras y transporte, gestionado por una agencia creada específicamente para ese cometido.

Sin embargo, este modelo planteado por AEC trae consigo algunas cuestiones que, de llevarse a cabo, tendrían que solucionarse. Por ejemplo, lo primero de todo sería que todos los vehículos tendrían que tener instalada una unidad embarcada para proceder al pago por uso de las carreteras; que los plazos de implementación serían más largos que los de otros modelos; y por último que los vehículos extranjeros también tendrían que adaptarse a este modelo.