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10 malos hábitos que provocan averías en tu coche

Que un coche no sufra averías depende, en gran medida, de su conductor. Y es que, existen una serie de costumbres al volante que pueden afectar seriamente a la fiabilidad... y al bolsillo de sus propietarios.

Si hay algo con lo que soñaría todo conductor es que su coche le durase para siempre o, al menos, que se averíe lo menos posible. Sin embargo, mucho nos tememos que incluso el modelo más fiable puede llegar a sucumbir en manos de un conductor poco cuidadoso.

De hecho, la vida de algunos de los componentes más caros que pueda incorporar un vehículo, como la caja de cambios, el motor, el filtro de partículas, la válvula EGR o los inyectores puede acortarse en más de un 50% dependiendo del conductor. Y eso, por no hablar de piezas de desgaste, como los frenos, el embrague…

Para ayudarte a evitar averías en tu coche, hemos creado esta lista con 10 costumbres nocivas para un automóvil. La buena noticia es que son tan sencillas de corregir que cualquiera podría hacerlo, ya que con un poco de mimo a la hora de conducir y mantener tu vehículo, se pueden obtener resultados sorprendentes.

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1. Acelerar a fondo con el motor frío

Conductor acelerando

Uno de los peores castigos a los que puedes someter al motor de tu coche es exigirle demasiado cuando está frío. En este sentido, uno de los momentos más críticos es el arranque, ya que una vez puesto en marcha se requieren de unos segundos para que el aceite llegue a todos los recovecos de la mecánica y la lubrique correctamente. Por todo lado, acelerar en exceso cuando el propulsor todavía está frío provoca un mayor desgaste interno del motor que la larga derivará en averías.

Consejo Autofácil: Nunca está de más pasar un par de minutos con el motor al ralentí antes de empezar la marcha. Tampoco debes revolucionar la mecánica en exceso hasta que alcance la temperatura de servicio (unos 90º C).

2.- Circular en marchas excesivamente largas

Caja de cambios manual

Hay muchos conductores que intentan practicar una conducción eficiente, circulando con el motor muy bajo de vueltas. Sin embargo, llevar continuamente el motor por debajo del régimen óptimo de giro, con una relación del cambio demasiado larga, puede ser muy perjudicial a largo plazo. En primer lugar porque la mecánica circula ‘forzada’ sometiendo a un esfuerzo excesivo a componentes como la bielas, el cigüeñal…

Por otro lado, porque otros componentes como el catalizador (más de 1.000 euros), la válvula EGR (unos 300 euros), o el filtro de partículas (desde. 700 euros) en el caso de los coches diésel podrían deteriorarse por exceso de carbonilla.

Consejo Autofácil: Circula siempre a un régimen en el que percibas que el motor responde con contundencia al acelerar -incluso aunque el indicador de cambio de marcha te pida que circules en una marcha más-. Ese punto puede variar mucho en función del modelo y el tipo de motor, pero como norma general en los motores diésel -y en los gasolina turbo de baja cilindrada- puede decirse que se sitúa cerca de las 2.000 rpm, mientras que en mecánicas atmosféricas de gasolina ronda las 2.500 rpm.

3.- Apagar el coche de golpe

Apagar motor coche

Esta costumbre resulta muy dañina para los turbocompresores. Un turbo puede girar a más de 200.000 rpm y superar los 700° de temperatura. Por eso, apagar el motor de repente sin dejar tiempo para que se enfríe, hace que el aceite que hay en su interior se carbonice, provocando daños en los álabes del turbo… Y una reparación de miles de euros.

Consejo Autofácil: Si has circulado por carretera con el motor girando a un régimen elevado durante mucho tiempo, mantenlo al ralentí un par de minutos antes de apagarlo.

4.- Conducir con la mano en el cambio

Conducir mano caja de cambios

Sujetar la palanca de cambio, cuando se conduce, somete a una presión continua a los componentes de la caja, que termina por provocar desgastes, holguras, dificultades para insertar las marchas…

Consejo Autofácil: En los coches manuales, la mano únicamente debería situarse en el pomo de la caja de cambios para cambiar de marcha. Así te ahorrarás una reparación de miles de euros a largo plazo.

5. Llevar el pie en el embrague

Embregue pisado

Llevar el pie ligeramente apoyado en el pedal de embrague, mientras el coche avanza, provoca una ligera fricción que termina por acortar la vida útil de componentes como el disco de embrague, la maza de presión o el collarín de empuje. Tampoco es recomendable mantener pisado el pedal en detenciones como una parada en un semáforo, un atasco… La reparación podría ser de más de 500 euros.

Consejo Autofácil: Tal y como sucede con el selector del cambio, el embrague únicamente debería tocarse para cambiar de marcha… El resto del tiempo el pie izquierdo debería estar en el reposapiés.

6. No conectar el aire acondicionado en invierno

Incluso en pleno invierno es recomendable conectar el aire acondicionado en invierno, para ayudar a que el compresor se lubrique, algo que te ayudará a alargar la vida útil del compresor (desde 400 euros) y evitar fugas de gas en el sistema.

Consejo Autofácil: Conecta el aire acondicionado del coche en invierno, al menos, una vez al mes.

7. No revisar la presión de los neumáticos

Si no revisas la presión de tus neumáticos estás poniendo en peligro tu seguridad y, además, estás perdiendo dinero. En primer lugar, porque un neumático con una presión desajustada alarga las frenadas, tiene una menor adherencia y una mayor tendencia al aquaplaning. Por otro lado, esto propicia un mayor desgaste -incluso un desgaste irregular-, un aumento del consumo e incrementa las posibilidades de sufrir un pinchazo o reventón.

Consejo Autofácil: Recuerda, las presiones de tu coche vienen reflejadas en el manual, en la tapa del depósito o en la puerta del conductor, dependiendo del modelo. Revísalas, al menos, una vez al mes y cada vez que realices un viaje largo.

8. No respetar los intervalos de mantenimiento

Mantenimiento coche varilla aceite

Tal vez pienses que no revisar los niveles del coche de forma periódica o estirar los plazos de mantenimiento no sea tan grave, pero te equivocas. De hecho cumplir a rajatabla con lo indicado por el fabricante -tanto por kilometraje como por tiempo- es la regla número 1 para que tu coche no sufra averías.

Consejo Autofácil: Siempre que sustituyas el aceite, el anticongelante, el líquido de frenos de tu coche… utiliza el recomendado por la marca y no ningún otro.

9. No utilizar la retención del motor en bajadas prolongadas

Freno de disco

Aunque los coches modernos tienen unos frenos muy potentes, afrontar una bajada prolongada frenando continuamente provocará un desgaste excesivo de pastillas, discos y un deterioro más rápido del líquido de frenos. Incluso, podría provocar un sobrecalentamiento de los discos que termine por alabearlos y, por tanto, haya que sustituirlos -se generarían vibraciones al frenar-.

Consejo Autofácil: Siempre que afrontes bajadas prolongadas en puertos de montaña es recomendable circular en marchas cortas o, en caso de que circules en un coche híbrido o eléctrico, aprovechar al máximo la capacidad de retención del sistema de recuperación de energía.

10. Apurar el depósito de combustible al máximo

Testigo reserva coche

Ir con el depósito en reserva de forma habitual puede tener consecuencias nefastas para tu coche. Y es que, con el paso del tiempo, en el depósito se van acumulando impurezas, algo que no resulta grave… Salvo que apures tu depósito de combustible de forma continuada. Y es que, en este escenario aumentan las posibilidades de que una impureza llegue a los inyectores, obstruyéndolos y provocando una mala combustión del motor.

Consejo Autofácil: Para evitar este problema, intenta circular siempre con un nivel de combustible superior a un cuarto del depósito.

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