Mazda CX-5 2017 diésel: el motor Skyactiv, ahora con urea

La firma japonesa incorpora el motor diésel en EEUU y aprovecha para introducir el catalizador SCR con Adblue.


La primera generación del Mazda CX-5 supuso toda una revolución en el segmento de los SUV y también dentro de la marca japonesa ya que estrenaba el conjunto de tecnologías SKYACTIV, un compendio de medidas destinadas a mejorar tanto las prestaciones como el consumo y el comportamiento del vehículo gracias a la incorporación de una gama de motores innovadora y materiales avanzados para reducir el peso y las emisiones.

La mayor novedad de estos propulsores estaba en la utilización de una relación de compresión 14 a 1 –muy baja para un motor diésel pero elevadísima para uno gasolina-. Con este motor de gasóleo de baja relación de compresión se consigue reducir la temperatura en la cámara de combustión y las emisiones de óxidos de nitrógeno, permitiendo cumplir con la normativa Euro 6 sin necesidad de aditivos. Ahora con la llegada de la segunda generación de su modelo CX-5, el CEO de la compañía Masamichi Kogai ha decidido introducir la mecánica diésel en EEUU, con una importante novedad y es la incorporación de un sistema de inyección de urea para controlar aún más las emisiones de óxidos de nitrógeno.

De esta manera el bloque 2.2 litros Skyactiv-D Clean Diesel será ofrecido en EEUU en la segunda mitad de 2017 incorporando una unidad compacta de reducción catalítica SCR que además de tener ventajas en términos de coste, también reduce el impacto en el rendimiento de la mecánica. Además este motor diésel biturbo también reduce las fricciones para mejorar su eficiencia, todo un conjunto de medidas con el objetivo de superar la exigente normativa de emisiones americana.

Este nuevo modelo ya admite pedidos en el mercado japónes, con los bloques gasolina 2.0 Skyactiv-G de 155 CV y 2.5-Skyactiv G con 190 CV junto al mencionado 2.2 Skyactiv-D con 175 CV. Se podrán asociar a una caja de cambios automática de seis relaciones y los más potentes también a un sistema de tracción a las cuatro ruedas.

Para nuestro país, las primeras unidades tardarán un poco más en comercializarse y se medirá a competidores japoneses como Mitsubishi Outlander, Nissan X-Trail, Toyota RAV-4, sin olvidar la próxima generación del Honda CR-V y los modelos europeos como el Ford Kuga, Peugeot 3008, Renault Kadjar, Seat Ateca o el Volkswagen Tiguan.

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