Los compactos de tres volúmenes han sufrido un caso en nuestro país similar al de los ´ranchera´, viviendo un período de popularidad desde hace aproximadamente un lustro después de acaparar ventas residuales anteriormente. Aunque sigue siendo más normal avistar versiones hatchback, no es inusual ver por nuestras carreteras sedán como el Opel Astra, Renault Fluence, Ford Focus? y hasta modelos premium, como el Mercedes CLA o el Audi A3.
Aún más éxito tienen en China, donde es el segmento de vehículos más vendido. Por ello, Citroën, con su socio Dongfeng, ha presentado a finales de la semana que acaba de terminar el C4 sedán, exclusivo para China –no han planes europeos todavía para él- y que viene a coger el relevo del C-Quattre. Su aspecto dista de las estridencias y se limita a ofrecer un alto grado de neutralidad, con formas discretas muy discretas.
En su interior –diferente al de nuestro C4- destaca una pantalla táctil de 7 pulgadas justo bajo los aireadores de la climatización y una calidad de acabados más que correcta a pesar del abuso de los plásticos, pudiendo incluso escogerse terminaciones en dos colores. Opcionalmente, se podrá añadir a la dotación sensor de ángulo muerto o acceso y arranque sin llave, entre otros. Su longitud es de 4,55 m, lo que le confiere una estupenda habitabilidad.
La mecánica estrella con la que llegará será un propulsor gasolina e-THP de 1.2 litros y 3 cilindros que rendirá 130 CV, y por encima estará situado otro motor 1.6 THP del mismo combustible y 165 CV. En ambos se podrá elegir entre una caja de cambios manual u otra automática, las dos de 6 relaciones.
El nuevo modelo ha sido presentado en el Salón del Automóvil de Chengdu, y su producción correrá exclusivamente a cargo de la planta Dongfeng-Citroën situada en Wuhan –China-.
