El Mercedes-Benz AMG GT R, a prueba

Probamos el Mercedes-AMG GT R, el último y radical producto de Affalterbach. ¿Quieres saber cómo va?


El Mercedes-AMG GT R ha llegado para dar una vuelta de tuerca más a las capacidades de AMG. El preparador de Affalterbach, Alemania, ha creado este radical superdeportivo para plantarle cara al todopoderoso Porsche 911 GT3. Con una aerodinámica más cuidada que el AMG GT estándar, un chasis retocado, más potencia y menos peso promete grandes cosas. De hecho, debería ser el mejor coche hecho jamás por AMG, ¿lo conseguirá?

Motor, transmisión y aceleración

El corazón del AMG GT R es un bloque de gasolina V8 de 4.0 litros. Como le corresponde como buque insignia de la actual gama de AMG, el GT R es el más potente de todos los integrantes de la misma: alcanza una potencia máxima de 585 CV y un par motor máximo de 700 Nm entre las 1.900 y las 5.500 rpm. Para lograr estas cifras los componentes del turbo han sido modificados, se ha revisado la cartografía del motor y la relación de compresión ha sido alterada. Con todo ello se consigue una respuesta más rápida del acelerador.

La transmisión es la ya conocida automática de siete relaciones y doble embrague de Mercedes-Benz, aunque se ha aumentado el rango de acción de la primera velocidad y reducido el de la sexta. La velocidad máxima está cifrada en 318 km/h y llega hasta los 100 km/h desde parado en 3,6 segundos.

Motor Mercedes-AMG GT R

Aspectos técnicos

Este coche se presenta como una exhibición de detalles de ingeniería para mejorar el chasis y la aerodinámica, fortalecer la rigidez estructural y reducir el peso mediante la utilización del mejor material para ello: la fibra de carbono. Además, el magnesio también hace acto de presencia y la batería es de litio.

Los cambios más apreciables a primera vista se encuentran en su carrocería, en donde utiliza una mezcla de aluminio y fibra de carbono y unos pasos de rueda ensanchados -46 mm en el eje anterior y 57 mm en el posterior- para albergar unas vías más anchas. La parrilla frontal también cambia, con unas líneas verticales inéditas hasta ahora en Mercedes-Benz, y sus componentes consiguen generar hasta 155 kg más de fuerza aerodinámica total comparada con la del AMG GT.

Rueda Mercedes-AMG GT R

La suspensión tiene unos amortiguadores adaptables en los modos Comfort, Sport y Sport+. No obstante, la gran novedad es el sistema de ruedas traseras direccionables, nunca visto hasta ahora en modelos de AMG. Hasta los 60 km/h, las ruedas traseras se giran en la dirección opuesta a las delanteras para mejorar la maniobrabilidad, mientras que a más de esa velocidad se giran en la misma dirección que las del eje anterior para aumentar la estabilidad en curva.

Diferentes opciones de control de tracción y de ESP también están implícitas en el equipamiento de este Mercedes-AMG GT R, así como la posibilidad de escoger cómo de fiero suena bramido expulsado por el tubo de escape. Otros aspectos destacables son unas llantas de aluminio forjado y unos frenos carbocerámicos con discos de 402 mm delante y de 360 mm detrás -tienen una vida útil más larga, mayor resistencia a la fatiga y pesan 15 kg menos-.

Impresiones de conducción

Nada más ponerte a sus mandos, los asientos del Mercedes-AMG GT R te sujetan con firmeza y, a pesar de situarse en una posición muy baja, todavía se puede ver gran parte del capó. El ralentí del motor ruge después de arrancar y con cada pisada del acelerador. Es una máquina fuerte y extrovertida, incluso un tanto desafiante, y en las curvas se muestra muy rápida. Las rectas directamente se las ´merienda´ gracias a una transmisión que sube de marcha limpiamente y baja muy rápido -entretanto se escuchan algunos ´petardeos´ del escape-.

Interior Mercedes-AMG GT R

El agarre y la tracción en cualquier situación son impresionantes; además, la dirección es bastante comunicativa en relación a lo que hay debajo de las ruedas. A pesar de ello, no se siente demasiado sensible. Cuando se le exige mucho es posible que subvire ligeramente, pero corregir la trayectoria rápidamente no le supone un problema.

Los anteriores modelos de AMG no han brillado nunca en lo que respecta a la tracción y a la estabilidad, pero el GT R es muy diferente en este aspecto. Es más una herramienta de precisión que contundente, como sí lo eran sus antecesores. Incluso en modo Comfort se siente muy firme y no se basa en la velocidad para ofrecer una experiencia de conducción deportiva.

Rivales y precio

Con una tarifa final que rondará los 160.000 euros, el Mercedes-AMG GT R se mete de lleno en un sector muy competitivo. Como hemos comentado al principio de este artículo, su mayor rival será el Porsche 911 GT3 -su última versión será presentada en el Salón de Ginebra de 2017-. Sin embargo, por una cantidad similar también podrás comprar un Aston Martin V12 Vantage S, un Audi R8 V10 Plus y sobre todo el impresionante McLaren 570S. Aun así, el AMG GT R parece tan emocionante como cualquiera de ellos.

Trasera Mercedes-AMG GT R

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