La popularización de Tesla a través del lanzamiento de nuevos modelos está próxima; de hecho, en la próxima década podrían comenzar a masificarse sus ventas -más de lo que están ahora, pues fuera de nuestras fronteras son bastante populares-. No obstante, los fabricantes ‘de siempre’ no le van a poner las cosas fáciles: el último ejemplo nos llega desde Mercedes-Benz, quien presentará en el Salón del Automóvil de París de este año -se celebrará en el mes de octubre- un prototipo de SUV eléctrico que rivalizará directamente con el Tesla Model X.
El diseño de este nuevo vehículo de la marca de la estrella tendría un lenguaje de diseño propio con el que poderlo diferenciar de la gama de automóviles Mercedes-Benz con motor de combustión -a través de, por ejemplo, la ausencia de parrilla o entradas de aire en su carrocería-. Este hecho incrementa la curiosidad alrededor de su aspecto. Aun así, su lanzamiento todavía está lejano, ya que Mercedes-Benz se ha puesto como meta para ello el 2019.
A pesar de que su llegada se contempla a medio plazo, desde el fabricante alemán ya se atreven incluso a hablar de autonomía, la cual se espera que dé para unos 500 km con tan solo una recarga. Además, se construirá sobre una plataforma de nuevo desarrollo que permitiría no solo dotar al modelo de una longitud mayor a los 5 m -y, por tanto, la capacidad para albergar a siete pasajeros en su interior-, sino de producir una berlina de lujo sobre ella que se enfrente al Tesla Model S.
Por último, para avanzar aún más en sus planes y adquirir más experiencia, Mercedes-Benz se estaría pensando una futura entrada a la competición de monoplazas eléctricos, la Fórmula E. El encargado de anunciarlo ha sido el jefe de marketing de Mercedes-Benz, Ola Källenius, que ha declarado que ésta “proporciona una plataforma interesante para los vehículos eléctricos, aunque sería importante para asegurar que haya una transferencia de tecnología a nuestros coches de carretera”.
