Dentro de los fabricantes premium, observamos una nueva tendencia: dividir los SUV compactos de combustión en dos modelos. Ya lo hemos visto en Audi -con los Q3 y Q3 Sportback- o BMW -con el X1 y X2-. En Mercedes-Benz también duplican su oferta en este segmento, si bien, con un enfoque algo diferente: el GLA se queda como opción deportiva y, a diferencia de sus rivales, el GLB admite hasta siete ocupantes en su habitáculo.
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Desde luego, con dicha estrategia resulta sencillo llegar a un mayor número de clientes. Pero no basta únicamente con esto, ya que la gama mecánica debe estar muy cuidada. En Mercedes-Benz lo saben, y han estrenado las versiones de gasolina -con el motor 1.33 turbo- vinculadas al sistema de tracción total 4MATIC. ¿Lo más sorprendente? No equipan el cambio automático de siete relaciones de las variantes con tracción delantera, sino que nos proponen la caja de ocho marchas 8G-DCT.
Los nuevos Mercedes-Benz GLA y GLB 200 4MATIC 8G-DCT desarrollan una potencia de 163 CV y un par máximo de 250 Nm. Si tomamos como referencia el GLA, acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, alcanza 206 km/h y declara un consumo medio de entre 6,5 y 6,8 litros/100 km. Por su parte, en el GLB 200 4MATIC las cifras son muy parecidas; completa la misma maniobra de aceleración en 9,7 segundos, tiene una velocidad punta de 202 km/h y registra un gasto combinado de entre 6,7 y 7,1 litros/100 km.
Por el momento, estas versiones de gasolina con tracción total han llegado a determinados mercados. Como ejemplo, en Alemania, el Mercedes-Benz GLA 200 4MATIC 8G-DCT tiene un precio de 40.674 euros, mientras que el Mercedes-Benz GLB 200 4MATIC 8G-DCT parte de los 42.447 euros. En ambos casos, suponen un incremento de 2.333 euros respecto a las variantes con tracción delantera GLA/GLB 200 7G-DCT.
Pero ojo, porque estas cifras suponen un ahorro de 1.392 euros respecto a los Mercedes-Benz GLA/GLB 200 d 4MATIC 8G-DCT con motor diésel de 150 CV. Por tanto, se tratan de dos alternativas muy interesantes si circulamos habitualmente por superficies complicadas, y con un precio más asequible que los motores de gasóleo.