El pasado domingo nos levantamos con una mala noticia como es cualquier accidente mortal de tráfico. Esta vez la repercusión del accidente fue global debido al protagonista del mismo, el actor norteamericano Paul Walker.
Paul Walker, conocido principalmente por su papel estrella en ‘A todo gas’, sufrió un grave accidente en Valencia (California) del que no pudo salir con vida. El accidente mortal se produjo tras la finalización de una gala benéfica de su fundación en la que se recaudaron fondos para los afectados del tifón de Filipinas. Paul Walker, gran aficionado al mundo del motor, salió acompañado de la gala con su amigo íntimo Roger Rodas, piloto y empresario del motor de 38 años, al que dejó su Porsche Carrera GT que más tarde acabaría estrellado contra un árbol de un bulevar angelino, acabando en el acto con la vida de los dos pasajeros tras incendiarse el coche.
La muerte del actor nacido en California, que corrió de inmediato por las redes sociales, conmocionó al mundo entero, entre los que se incluye el mundo del motor y del cine, dos de las aficiones con las que disfrutaba Paul Walker.
Dichas redes sociales hicieron de manera inmediata que Paul Walker fuese trending topic mundial, espacio en el que se aprovechó para recordar al actor de ‘A todo gas’ con fotos, frases y vídeos para homenajearle y recordarle. Los más significativos y cercanos fueron los de sus compañeros de ‘ajetreos’ en ‘A todo gas’ y el de su hija Meadow, de tan solo 15 años. Meadow, dedicó unas palabras a sus padres en las que destacaba la educación que le había dado y el héroe real que era para ella. «Cuando era pequeña me enseñaste a andar, me enseñaste a sonreir y me enseñaste a no rendirme nunca. Le amaba incluso antes de saber lo que era el amor. Era mi héroe. ¡Mi héroe REAL! ¡Siempre estará en mi corazón! Se me llenan los ojos de lágrimas al escribir esto. Te has ido, ¡pero no te olvidamos! D.E.P. papá» escribía junto a una foto suya, de pequeña, con su padre.
El trágico accidente se produjo en un Porsche Carrera GT
Roger Rodas, al volante, y Paul Walker, propietario del vehículo, viajaban en un Porsche Carrera GT de 2005, un vehículo del que solo se fabricaron 1270 unidades y de las que 604 fueron a parar al mercado norteamericano por un valor cercano a los 350.000 dólares.
El superdeportivo alemán, que monta un motor de 560 CV en un V10, es uno de los Porsche más exclusivos del mercado y del que disfrutaba Paul Walker en propiedad desde hacía un par de años. Como gran amante de las cuatro ruedas, Paul Walker solía prescindir de especialistas para las acciones de conducción y solía tener en propiedad vehículos exclusivos y de gran cilindrada.
Según fuentes policiales y testigos cercanos, el accidente estaría causado por un grave exceso de velocidad por el que perdieron el control del Porsche y acabaron empotrándose contra un árbol. El fuerte impacto hizo que el coche empezase a arder, dejando atrapados a Paul Walker y al conductor del Porsche Carrera GT, Roger Rodas.