El grupo PSA compuesto por Peugeot y Citroen empieza a ver la luz al final del tunel tras unos años de vacas flacas en los que se sufrieron pérdidas económicas importantes. La llegada del CEO Carlos Tavares desde Renault ha sido fundamental para la recuperación económica del grupo. Su plan ‘Back in the race’ ha sido clave.
Las pérdidas han llegado a su fin en el año 2014 y como consecuencia el grupo vuelve a estar presente también en la Bolsa de París, después de dos años y medio de ausencia. Desde la llegada de Tavares, las acciones han pasado de valer 11,30 euros a 16 euros. Los datos de 2014 son incuestionables, pues el grupo PSA cerró el año con un beneficio productivo de 63 millones de euros por primera vez en tres años. Aunque este dato es importante, aún queda mucho trabajo para mejorar la rentabilidad.
Renovar los modelos, reducir el exceso de capacidad productiva, mejorar precios y reducir costes en los componentes son pautas fundamentales para el buen rendimiento del grupo en el futuro más cercano. Además, la reestructuración del grupo en el mercado ruso y en Sudamérica se antoja como un punto clave. PSA Peugeot-Citroën busca un margen operativo del 2% para 2018 y del 5% para 2023.
Un mejor aprovechamiento de las fábricas ha sido uno de los factores que ha contribuido a devolver a PSA al camino de la rentabilidad. Sus plantas europeas coparon el 79% de su capacidad productiva en el 2014, un 7% más que el año anterior. Los expertos estiman que la rentabilidad se obtiene a partir del 80-85% de la capacidad. Para lograr esto es importante buscar un mayor número de ventas.
Otro paso importante para reducir gastos y mejorar la eficacia y eficiencia de la producción será el cambio de sus sedes en París, juntandolas todas en un nuevo complejo que permitirá ahorrar 50 millones.
China y los modelos globales
Quizás, uno de los errores de Peugeot-Citroën en los últimos años fue la fabricación de modelos exclusivos para China. Aunque es cierto que el mercado en el país asiático es uno de los más importantes para el grupo francés y que en el último año superó en ventas a Francia con más de 700 mil unidades, la fabricación de algunos modelos de forma global hubiera supuesto un 15% de ahorro. Las ventas en China han crecido un 32% en un año y para 2015 ya se estima un volumen de 850.000 unidades. Queda patente que el éxito en el mercado chino es uno de los factores más decisivos para haber devuelto a PSA tan pronto a los beneficios.