Tras la llegada de la nueva generación del Mercedes-Benz Clase C, en 2014, y la renovación del BMW Serie 3, en junio del presente año, el Audi A4 se había quedado como el modelo más antiguo del trío de berlinas premium alemanas. Un déficit que la marca de Ingolstadt ha enjugado de un plumazo con la quinta generación, que lleva el código interno B9, del que ya se admiten pedidos, aunque las primeras unidades no llegarán a los concesionarios hasta el próximo mes de noviembre.
Los primero que llama la atención del Audi A4 2016 es el continuismo estético con respecto al modelo precedente, del que conserva las líneas maestras, aunque con unos rasgos más angulosos. Algunos elementos estéticos recuerdan a otros modelos de la marca; por ejemplo, la vista trasera se asemeja a la del Audi A3 Sedán, y resulta sencillo confundirlos si no nos fijamos con más detenimiento.
El interior, en cambio, ha sido completamente rediseñado y no conserva ningún elemento del Audi A4 B8. Su imagen varía en función de si equipa una caja de cambios manual o automática; en el primer caso, la ruleta que controla las diversas funciones del MMI -que equipa de serie una pantalla de 7 pulgadas- se ubica detrás del selector del cambio; en el segundo supuesto, se sitúa por delante, más cercana a la consola central, y otras funciones de esa zona también varían su ubicación. Cabe destacar el pequeño selector de la transmisión automática es de tipo aeronáutico, heredado directamente del Audi Q7; presenta un tacto bastante preciso, al contrario de los que sucede con el empleado en el A8.
Entre el equipamiento tecnológico del Audi A4 2016, destaca la presencia del asistente de conducción en retenciones, capaz de seguir al coche que le precede, de manera autónoma, hasta una velocidad de 65 km/h. Para ello actúan a la par los radares del control de velocidad de crucero adaptativo ACC y una cámara ubicada en el parabrisas. También sobresale el asistente de eficiencia predictiva, que se vale de los datos proporcionados por el sistema de navegación y de las imágenes captadas por la cámara para ajustar la velocidad programada en el ACC en función de si nos aproximamos a una curva, una rotonda o un cruce.
Siete opciones mecánicas
De inicio, el Audi A4 2016 va a contar con tres variantes de gasolina -1.4 TFSI de 150 CV y 2.0 TFSI de 190 y 252 CV- y cuatro diésel -2.0 TDI de 150 y 190 CV y 3.0 TDI de 218 y 272 CV-. Además, en los motores 2.0 se va a ofrecer una versión ultra, con elementos destinados a rebajar el consumo, como unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura, carenados en los bajos y los pasos de rueda y una parrilla frontal activa, que se abre o se cierra en función de las necesidades.
Sea cual sea el modelo elegido, el Audi A4 2016 destaca por el buen aislamiento del habitáculo -según la marca, los estándares están a la altura de un A8-. En fase de aceleración, los 2.0 TDI se dejan notar más que el resto, aunque siempre por debajo de los motores equivalentes de sus principales rivales. Por relación entre prestaciones y consumo, el 2.0 TDI de 190 CV resulta la opción más equilibrada; empuja con fuerza y tiene un consumo muy bajo, especialmente en la versión ultra, que se conforma con 3,8 litros cada 100 kilómetros. No menos destacable es la eficiencia del 3.0 TDI de 218 CV, que con un bloque V6 consigue homologar un gasto, en ciclo combinado, de 4,2 l/100 km; además, supera en refinamiento al motor de cuatro cilindros y tiene unas prestaciones algo mejores.
Por otra parte, Audi ofrece hasta cuatro tipos de suspensión. Dos emplean amortiguadores convencionales, con un tarado más suave, en el caso de la de serie, u otros más rígido y con 23 mm menos de altura al suelo. Por otro lado, se ofrecen unos amortiguadores de dureza variable, que permiten conmutar entre tres diferentes grados; en este caso, puede elegirse entre una amortiguación rebajada en 10 mm u otra 23 mm más cercana al piso.
La gama del Audi A4 2016 se completará en los próximos meses con la carrocería familiar Avant -con 505 litros de maletero, frente los 480 de la berlina- y con la variante deportiva S4, dotada de un motor turboalimentado de 3,0 litros y 354 CV de potencia. La gama de inicio tiene unos precios de partida de 33.000 euros en las versiones de gasolina, y 34.500, en la gama de gasóleo.
