Mazda MX-30 eléctrico: probamos un prototipo con carrocería de CX-30

Andrés Martínez
Andrés Martínez

Nos ponemos al volante de uno de los prototipos que se han utilizado para desarrollar el Mazda MX-30, un SUV de 4,39 metros de longitud que se convertirá en el primer coche eléctrico de Mazda.


Ser el primero en pisar la luna, el más rápido en recorrer los 100 metros lisos o aparecer en la primera posición en los resultados de búsqueda de Google. En cierto modo, los seres humanos somos competitivos y cuando conseguimos ser los primeros en algo, nos sentimos gratificados.

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Por eso reconozco que ser uno de los primeros periodistas en probar el Mazda MX-30, que se convertirá en el primer coche eléctrico de Mazda, me genera una sensación agradable. Incluso aunque sabiendo que se trata de un prototipo con una mecánica eléctrica e-Skyactiv y una puesta a punto idénticas a la del modelo definitivo, pero vestido todavía con una carrocería de color gris mate del Mazda CX-30.

Mazda MX-30, con unas puertas especiales

Mazda MX-30 puertas traseras

Pero antes de comenzar la prueba, tenemos la oportunidad de observar el diseño del Mazda MX-30, en una maqueta de tamaño real construida a mano. Y lo cierto es que basta un vistazo para comprobar que este todocamino eléctrico de 4,39 metros de longitud, 1,80 metros de anchura y 1,57 metros de altura cuenta con un rasgo estético que lo diferencia de cualquier rival: unas puertas traseras que se abren en sentido opuesto a las delanteras y que dan acceso a un habitáculo sin pilar central… y que son un guiño al deportivo RX-8-.

Esto último tiene la ventaja de que favorecería la accesibilidad al interior -las puertas delanteras se abren 82º hacia delante y las posteriores 80º hacia detrás- y, a la vez, la desventaja de supone una disminución de la rigidez estructural.

No obstante, para solucionar este problema, las puertas se han diseñado para que, una vez cerradas, cumplan una función similar a la del pilar central. Además, se ha integrado la batería como elemento estructural del chasis, a través de 20 puntos de anclaje, para conseguir una rigidez similar a la del CX-30.

Mazda MX-30 eléctrico

Por otro lado, a la hora de concebir la carrocería de este todocamino los ingenieros de Mazda decidieron eliminar todos los elementos superfluos, con el objetivo de darle un aspecto lo más sólido posible y para ello, Mazda decidió prescindir de la parrilla en forma de ala que utiliza en los demás modelos de la gama.

Otro de los puntos del diseño de este SUV que caben destacar es que cuenta con una carrocería bastante ‘colorida’. El arco que se forma entre los pilares A y D, al igual que los laterales del portón trasero, están pintados en un tono plateado distinto del empleado en el cuerpo de la carrocería. Además, el techo negro genera contraste para incrementar la sensación de movimiento. Esta carrocería de tres tonos diferentes, únicamente estará disponible con las pinturas Soul Red Crystal, Polymetal Gray y Ceramic Metallic.

Mazda MX-30: así es su interior

Mazda MX-30

Por desgracia, la maqueta del MX-30 está construida de forma artesanal y no podemos sentarnos en el interior para valorar el espacio interior o la postura de conducción, ya que podríamos dañarla. Pero su habitáculo sí que es idéntico al del modelo que llegará al mercado a mediados de 2020.

Y eso significa que podemos contemplar como el MX-30 es el primer Mazda con dos pantallas táctiles, de 7,0 pulgadas, en el salpicadero. Una está ubicada en la parte alta de la consola central para manejar el sistema multimedia Mazda Connect –compatible con Apple CarPlay y Android Auto- y una segunda situada frente al pomo del cambio, desde la que se controla el climatizador y los asientos calefactados.

Las buenas noticias continúan para los que no pueden vivir sin su smartphone: el Mazda MX-30 dispondrá, de serie, de dos puertos USB de 2,5 A y una toma de 12 V en la parte frontal de la consola flotante, para cargar teléfonos móviles, tablets, etc. Además, las variantes más equipadas incluirán una salida de corriente alterna, de 150 W, pensada para cargar dispositivos más grandes.

Mazda MX-30 pantalla parte baja salpicadero

Por otro lado, Mazda ha aprovechado el carácter eléctrico del MX-30 para aplicar un toque de ecología al interior, empleando materiales reciclados, como corcho ecológico procedente del sobrante de la producción de tapones de corcho para botellas, en la parte baja de la consola central y los tiradores. A modo de curiosidad te diremos que Mazda nació en 1920 como una empresa especializada en tratar productos derivados del corcho.

Además, también destaca la presencia de plásticos, procedentes de botellas PET recicladas en los paneles de las puertas y un cuero sintético denominado leatherette, que resulta apto para veganos. De hecho, en el MX-30 únicamente existe cuero ‘real’ en el volante y el selector del cambio, dos elementos que suponen el punto de unión entre el conductor y el coche mientras se conduce.

Mazda MX-30 interior

Por otro lado, a simple vista diría que el espacio en las plazas traseras no parece excesivo, aunque es una sensación que tendremos que confirmar más adelante con el metro en la mano. Lo que sí nos ha llamado la atención es que en ambos laterales, las plazas traseras cuentan con un reposabrazos que recuerda al de un sofá. En cuanto al maletero, estaba cerrado a cal y canto, aunque los ingenieros de la marca nos han confirmado que su capacidad será prácticamente idéntica a la del CX-30, que ofrece 430 litros.

En marcha: el coche eléctrico más ‘gasolina’

Mazda CX-30

Aunque lo que estamos probando es un prototipo del MX-30 con un chasis y una mecánica idéntica a la del modelo que se comercializará, en la práctica hay algunas diferencias. Como por ejemplo, la carrocería, que como ya hemos dicho es del Mazda CX-30, o un interior en el que tan sólo la disposición del cambio es similar a la del modelo definitivo

Por otra parte, mientras selecciono la posición D en el cambio automático y compruebo que la batería está cargada al 93%, el responsable de Mazda que estará sentado a mi lado durante la ruta, me advierte: la unidad que vamos a conducir es un prototipo en el que no funcionan sistemas de seguridad como por ejemplo los airbags; así que habrá que conducir con cuidado durante de la ruta de 27 kilómetros por los alrededores del Cabo da Roca, en Portugal.

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Acelero y el motor eléctrico e-Skyactiv inicia la marcha, pero no en completo silencio, como cabe esperar en un coche eléctrico. De hecho, desde el puesto de conducción se escucha un sonido similar al que se escucharía en un vehículo de combustión con motor de gasolina.

Obviamente, la mecánica eléctria no produce ese ruido, sino que son los altavoces son los encargados de crear esta ilusión sonora. Algo que en mi opinión es un acierto, ya que únicamente se escucha durante las fases de aceleración y deceleración y te ayuda a ser consciente e la velocidad a la que circulas y de cuánto estás acelerando.

Mazda MX-30

El motor del Mazda MX-30 ofrece una potencia de 105 kW, equivalentes a 143CV. Como es habitual en los coches eléctricos, es un modelo bastante ágil a la hora de ganar velocidad desde parado, pero desde el punto de vista dinámico lo más interesante es que el tacto de conducción resulta bastante convincente: la dirección es precisa, la carrocería balancea muy poco y en términos generales, este prototipo mantiene el dinamismo habitual en los modelos de la compañía japonesa.

En este aspecto, hay dos elementos que se merecen una mención especial: el pedal de freno y el del acelerador. El primero ofrece un tacto firme y consistente poco habitual en los modelos eléctricos, que permite regular las frenadas a la perfección. Por otro lado, el acelerador también es extremadamente preciso. Si en algunos coches eléctricos unos centímetros de presión sobre el pedal se traducen en una aceleración fulgurante, en el Mazda, la firmeza y el recorrido del pedal permiten modular a la perfección la forma en que se gana velocidad.

Otra de las peculiaridades de este Mazda es que, a diferencia de prácticamente cualquier coche eléctrico del mercado, no ofrecerá diferentes modos de conducción. Bastará con dar al botón de arranque y el MX-30 estará listo para circular en cualquier circunstancia. Lo que sí estará presente serán diferentes niveles de regeneración para la mecánica eléctrica -todavía no se han definido cuántos-, que se seleccionarán desde las levas del volante. La unidad de pruebas carecía de esta función.

Luego está la autonomía de 200 kilómetros, que comparada con los 455 que llegan a ofrecer modelos como el Kia e-Niro, parecen poco. No obstante analizado fríamente, son una cifra suficiente para un eléctrico y el ritmo de descarga de la batería no parece excesivo, ya que durante durante nuestro recorrido, en el que no fuimos cuidadosos, descendió hasta el 73%.

¿Qué pasa con las baterías del Mazda MX-30?

Mazda MX-30 esquema técnico

La mecánica eléctrica de este Mazda está alimentada por una batería de iones de litio, de 35,5 kWh de capacidad, fabricada por el especialista japonés Panasonic, también es proveedor de Toyota. Gracias a ello garantizan una automía de 200 kilómetros.

Y este, tal vez sea el punto menos brillante del coche. Y no porque no sea una cifra suficiente para la mayoría de los propietarios del MX-30, sino porque otros rivales, como por ejemplo en Nissan Leaf, o los Hyundai Kona Electric y Kia e-Niro, flirtean y superan con la barrera de los 400 kilómetros.

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En cualquier caso, el próximo paso en la evolución del modelo, será la aparición de una versión Range Extender, de autonomía extendida, que gracias a la incorporación de un motor rotativo que funciona como un generador -y que en ningún caso moverá las ruedas- solucionará este problema… y será la opción lógica para quiénes necesiten un plus de autonomía.

Volviendo a las baterías del eléctrico, cuentan con un sistema de refrigeración para mantenerlas a una temperatura óptima durante la recarga (lo ideal es que no pasen de 60 grados aunque en las tomas con recarga rápida pueden llegar a los 80), para garantizar su longevidad. Según nos han confirmado ingenieros de la marca, gracias a ello pueden garantizar que tras 8 años o 160.000 kilómetros, mantienen en el peor de los casos un 70% de su capacidad.

¿Cuál será el precio del Mazda MX-30?

Mazda MX-30 diseño exterior

De momento, solo podemos confimar con seguridad que las primeras unidades del Mazda MX-30 llegarán a los concesionarios a mediados de 2020 y que las preventas se iniciarán unos meses antes. ¿El precio? En función de las ayudas para coches eléctricos vigentes el próximo año, podría quedarse por debajo de los 30.000 euros. Una tarifa que parece ‘razonable’ para un SUV de su tamaño.

 

Mazda MX-30