¿Me pueden multar si no llevo unas gafas de repuesto en el coche?
Los conductores que tienen la obligación de llevar gafas para poder conducir son multados si no lo hacen, pero ¿es obligatorio llevar unas gafas de repuesto por si sufrimos algún percance con las que tenemos puestas?
La importancia de la buena visión al volante
Según el estudio ‘Visión y Conducción’, realizado por Essilor y la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial), unos ocho millones de conductores en España (el 29,5 %) no ven con nitidez las señales o marcas viales y, por lo tanto, tienen problemas para calcular correctamente las distancias de seguridad; algo que provoca que se incrementen los tiempos de reacción.
Además, este estudio revela que el 38 % de los conductores presenta también dificultades de visión en situaciones de baja iluminación; y el 14 %, incluso en condiciones óptimas de iluminación.
¿Es obligatorio llevar unas gafas de respuesto?
El Reglamento General de Conductores indica cuáles son los códigos que deben aparecer en tu carnet de conducir si necesitas gafas para poder ponerte al volante. En concreto, si necesitas gafas, en la parte trasera de tu permiso de conducción tiene que aparecer el código 01 en el apartado número 12.
En ese caso, si conduces sin gafas, o lentillas, te pondrán una multa de 200 euros, ya que se trata de una infracción grave. Aunque en esta multa sí existe la posibilidad de acogerse al descuento del 50 % por pronto pago si la abonas en los primeros 20 días desde que te llega la notificación; de forma que tendrías que pagar 100 euros, aunque renunciarías a tu derecho de recurrir la sanción.
Pero, ¿y qué dice la ley sobre si tengo que llevar unas gafas de repuesto en el coche? ¿me pueden multar si no las tengo? Aunque en tu carnet de conducir esté especificado que necesitas gafas o lentillas para poder conducir, la ley no te obliga a llevar unas de repuesto en el vehículo.
No obstante, sí que resulta bastante recomendable llevar unas segundas gafas en la guantera por si sufrieras algún problema con las que tienes puestas; por ejemplo, puede darse el caso de que se te caigan al suelo y se te rompan y, entonces, no podrías conducir para llegar hasta tu destino.
