Regálatelo en Reyes: juguetes para adultos por menos de 4.000 euros

No hace falta gastarse un dineral para conducir un coche que te haga disfrutar al volante. He aquí una pequeña selección de cuatro propuestas por menos de 4.000 euros.

El mercado está plagado de coches divertidos de conducir. Bueno, plagado quizá no, pero sí que habitan en él muchos modelos con cualidades para satisfacer tus ansias de diversión al volante. Y no, a pesar de lo caros que están todos los coches usados en la actualidad, no hace falta gastarse mucho dinero para tener uno. En este artículo te vamos a proponer cuatro que puedes comprar por menos de 4.000 euros. Algunos, probablemente, ni te imaginabas que podrían estar aquí. Hay muchos más, pero estos cuatro son apuestas seguras.

Ford SportKa – Desde 3.300 euros

Ford SportKa

El Ford SportKa no es un deportivo muy tenido en cuenta, pero conduce uno y automáticamente lo querrás. Provisto de un chasis muy reactivo y de una caja de cambios de cortísimos desarrollos, conducir el SportKa es divertidísimo. Mide 3,65 metros de largo, pesa sólo 878 kg y luce un aspecto muy seductor en comparación con el humilde Ford Ka de su generación, aderezado con paragolpes abultados y llantas de 16″.

Su motor es un 1.6 de 95 CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos. Su velocidad máxima es de sólo 174 km/h debido a los mencionados cortos desarrollos, pero es que no se trata de un coche para ir rápido por autopista (va tan revolucionado que llega a ser incómodo), sino para disfrutar en una carretera de montaña. Se comercializó entre 2003 y 2008 y, créeme, es una excelente elección de disfrute al volante. También hubo una versión StreetKa con carrocería roadster de dos plazas, pero el realmente bueno es el SportKa.

Seat Arosa 16v – Desde 4.000 euros

Seat Arosa 16v

¿Qué hace un modesto Seat Arosa entre nuestros seleccionados? Dale una oportunidad y lee. En el año 2000, a Seat se le ocurrió encastrar el motor 1.4 16v de 100 CV bajo el capó de su pequeño microurbano de 3,55 metros de largo. Se posicionaba como la versión ‘deportiva’ del Arosa y a su vez por debajo del Volkswagen Lupo GTI de 125 CV, mucho más caro tanto entonces como ahora. Sin embargo, por alguna razón el Arosa 16v tuvo muy poco éxito, razón por la cual hoy es muy escaso.

Las primeras unidades se construyeron antes del restyling del año 2000, pero en cualquier caso luce un aspecto muy discreto, apenas adornado por las llantas de 15″ y el simpático escape central. Se comercializó hasta 2004 y la mayoría de los que encontrarás a la venta (poquísimos), lucirán dicho restyling (en la imagen).

Al igual que sucede con el Ford SportKa, los desarrollos de su transmisión son muy cortos para favorecer la aceleración sobre la velocidad punta. Puede llegar a 100 km/h desde parado en 10,0 segundos y alcanza 188 km/h de velocidad máxima casi a punto de llegar al corte de inyección en quinta marcha. No es tan reactivo como el Ford, pero sus 871 kg de peso favorecen que sea francamente divertido de conducir.

Mini Cooper (R50) – Desde 4.000 euros

Mini Cooper

Cuando BMW decidió resucitar al Mini en el año 2000, lo hizo con la generación R50, hecha a imagen y semejanza del Mini clásico, que había sido descontinuado muy poco antes. Eso sí, el R50, lanzado en 2011, era más grande y polivalente, pues su carrocería mide 3,62 metros de largo. De inicio, equipaba un motor 1.6 de origen Chrysler escalonado en dos potencias: 90 CV (Mini One) y 115 CV (Mini Cooper). Posteriormente, hubo un Mini Cooper S que, gracias a un compresor volumétrico, alcanzaba 163 CV.

El Mini Cooper de 115 CV ofrecía y ofrece un muy buen equilibrio entre precio y disfrute al volante. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y alcanzar 200 km/h de velocidad máxima, sin embargo, lo mejor está en su chasis. Es un pequeño urbano de conducción muy ágil y divertida gracias a su rápida dirección y a la viveza de su tren trasero. De hecho, se suele decir que el Mini es ‘cada vez menos Mini’ con cada generación que se presenta y, en ese sentido, no hay mayor verdad.

Además, es un coche plenamente solvente para otro tipo de usos alejados del puro disfrute al volante, como por ejemplo viajar, donde sus 1.075 kg de peso y su alta calidad de construcción le dotan de una mejor estabilidad que otras alternativas. También lo hubo en versión descapotable (Mini R52).

Fiat Barchetta – Desde 4.000 euros

Fiat Barchetta

Con el precio del Mazda MX-5 de segunda generación (NB) subiendo y subiendo, una alternativa más económica y también apropiada es este Fiat Barchetta. La marca italiana diseñó este roadster a principio de los años 90 sobre una versión modificada del chasis del Fiat Punto, y lo lanzó en 1995 asociado a un motor 1.8 16v de 130 CV, mecánica que mantuvo hasta el cese de su producción en 2005 (en realidad, su cilindrada es de 1.747 cc).

El Barchetta, con una longitud de 3,91 metros y un peso de 1.060 kg, ofrece cualidades parejas a las de su competidor japonés de la época, siendo la principal la nítida conexión con la carretera que es capaz de brindar a su conductor, posicionándole como uno de esos pocos coches cuya conducción se disfruta incluso yendo a ritmo lento.

Prestacionalmente, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y alcanzar 200 km/h de velocidad punta. No es mejor que un MX-5, sin embargo, sí es, sin duda, una muy buena elección si el Mazda se te escapa de presupuesto.

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