Renault Kadjar, así es la versión francesa del Qashqai

El exitoso Nissan Qashqai tiene un pariente europeo, el Renault Kadjar, que comparte con el japonés muchos elementos mecánicos y de equipamiento. Aquí te contamos todo lo que tienes que saber sobre este modelo.


El Renault Kadjar es un todocamino de tamaño medio, con 4,45 metros de largo, cinco puertas y 472 litros de maletero. Se presentó en 2015, y está basado directamente en el Nissan Qashqai, con el que comparte motorizaciones y muchos detalles de acabado interior. Se ofrece con una sola carrocería, y cuesta desde 20.597 euros con el motor gasolina 1.2 TCe de inyección directa y 130 CV; y hasta 28.831 euros con el propulsor diésel 2.0 dCi de 130 CV. Esta versión de 130 CV está disponible con tracción a las cuatro ruedas o con cambio automático de seis velocidades. Existen tres niveles de acabado: Life, Tech Road, y Zen. Sus principales rivales son, sobre todo, el propio Nissan Qashqai… además de modelos como el Ford Kuga, el Kia Sportage, el Mazda CX-5 o el Seat Ateca -que es algo más pequeño-. Dentro de la gama Renault, se sitúa entre el Captur y el Koleos.

Renault Kadjar: Así es por fuera

Renault Kadjar

Con 4,45 metros de largo, el Kadjar se encuentra en la media del segmento. Su 1,84 m de anchura sí se desmarca de la estadística… por anchote. El diseño exterior es bastante atractivo, dominado por una amplia calandra trapezoidal que le distinguía del diseño del anterior Qashqai -con el actual, guarda un mayor parecido, aunque el Kadjar apuesta por los contornos suaves y redondeados donde el Qashqai emplea multitud de perfiles angulosos-. Los paragolpes delantero y trasero, así como las estriberas, están acabadas en plástico gris, en principio para incrementar la resistencia a posibles roces mientras se rueda fuera de asfalto -en la práctica, es un recurso estético que ´inventó´ el Audi A6 Allroad de 1999-. Todas las versiones cuentan con llantas de aleación de serie, de 16´´ y con neumáticos de 215/65 en el caso de la versión de acceso y de 17´´, también en medida 215/65, en las más equipadas.

 

Así es por dentro

El interior está razonablemente bien acabado, a un nivel comparable al de su pariente japonés, el Qashqai, aunque por debajo del Mazda CX-5. El diseño es atractivo, pero algunos plásticos tienen un aspecto mejorable y, en general, el salpicadero transmite una sensación de ´poca sofisticación´, incluso si lo comparamos con el de un Seat Ateca. La ergonomía es correcta, mejor que la del Qashqai, aunque está un paso por detrás de la del CX-5. El acabado Life cuenta con radio CD y climatizador manual, y control de crucero. La terminación Tech añade radio con pantalla táctil de 7´´ -compatible con Apple Carplay y Android Auto-, climatizador bizona, acceso y arranque sin llaves, encendido automático de luces, sensor de lluvia y de aparcamiento trasero. El sistema multimedia podría tener un funcionamiento más agradable, sobre todo si se le compara con el de rivales como el Ford Kuga o el Seat Ateca. Por su parte, el acabado Zen suma asientos delanteros ajustables en altura, navegador, faros Full LED, sensor de aparcamiento delantero y lateral, cámara de visión trasera, reconocimiento de señales de tráfico, sensor de ángulo muerto, etc.

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Gama de propulsores

Renault Kadjar

En gasolina, la gama se compone de dos propulsores turboalimentados: 1.2 TCe de 130 CV y 1.6 TCe de 165 CV. En diesel, se ofrece un 1.5 dCi de 110 CV y un 1.6 dCi de 130 CV -este motor es el mismo que emplea el Qashqai-. El 1.2 TCe, el 1.5 dCi y el 1.6 dCi están disponibles con un cambio automático de seis velocidades y doble embrague EDC. El 1.6 dCi se ofrece con cambio automático por convertidor de par X-Tronic o con tracción a las cuatro ruedas -mediante conexión del eje trasero con embrague multidisco-. El 1.2 TCe se queda un poco corto para mover al Kadjar -puede hacerlo con soltura, pero a costa de unos consumos más elevados de lo esperado-, mientras que el resto de motorizaciones son bastante recomendables. Los dos diésel ofrecen un funcionamiento suave y silencioso, y buenos consumos medios, aunque el 1.5 dCi se puede quedar algo corto a la hora de viajar por autopista.

Así va el Renault Kadjar

En marcha, el Kadjar se distingue, sobre todo, por un tacto de conducción insípido. Es un coche fácil de conducir que, a diferencia de rivales como el CX-5, no está concebido para agradar especialmente al conductor. Características como el tacto de la dirección, el cambio o los frenos son meramente correctas. La suspensión es bastante confortable. El número de asistentes a la conducción de los que puede disponer el acabado Zen es elevado. El consumo del motor 1.5 dCi es muy bajo en cualquier circunstancia, aunque para viajar con cuatro pasajeros y equipaje, puede quedarse un poco corto.

  • Lo mejor: Habitabilidad, confort, relación calidad/precio.
  • Lo peor: Interior algo soso, poco tacto de conducción. Sistema multimedia de manejo mejorable.

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