Todo el mundo sabe que el talón de Aquiles de los coches eléctricos es la autonomía relativamente baja que ofrecen. La primera generación de coches eléctricos llegó al mercado hace unos tres años, y estaba dotada de baterías con una capacidad de alrededor de 20 kWh que permiten recorrer entre 120 y 150 kilómetros, en función de parámetros como el estilo de conducción, la temperatura ambiente y el tipo de vía.
Los fabricantes nos intentaron convencer de que esa autonomía era suficiente, apelando a argumentos como que el 90% de los usuarios recorre menos de 60 km diarios, etc€ pero no nos engañemos: conducir esta primera generación de eléctricos acarrea una dosis importante de ´ansiedad de autonomía´ (así es como se denomina a la preocupación constante por la posibilidad de quedarse tirado o no disponer de autonomía suficiente como para llegar a un eventual destino).
Ahora, los fabricantes están actualizando por primera vez estos primeros modelos eléctricos, y estamos viendo como van incorporando la que es la segunda generación de baterías. No son más voluminosas, ni más pesadas, pero ofrecen más capacidad. Bastante más.
En el caso de la batería del Renault Zoe, estamos hablando de un incremento del un 86% en la capacidad, pasando de los 22 kWh a los 41 kWh. Parte del incremento de capacidad procede un mejor aprovechamiento del espacio en el interior de la batería, que ahora cuenta con menos huecos y es levemente más pesada (305 kg frente a los 290 anteriores), aunque la mejora principal afecta a la ´química´ de las celdas, fabricadas por LG Chem, y que ahora son capaces de almacenar más energía por celda.
Solamente modelos como los Tesla Model S y el Tesla Model X ofrecen baterías de mayor capacidad, de entre 60 y 100 kWh, aunque no es un dato muy relevante, ya que se trata de una berlina y un monovolumen de lujo con precios que empiezan en los 60.000 euros. Por su parte, el Nissan Leaf ofrece una batería de 30 kWh, mientras que la batería más grande disponible para el BMW i3 es de 27 kWh.
Gracias a la nueva batería de 40 kWh, el Renault Zoe Z.E. 40 se posiciona muy bien frente a sus rivales en términos de autonomía. Renault asegura que la autonomía, medida en condiciones de homologación, es de 400 kilómetros, que se traducen en una autonomía real de alrededor de 300 kilómetros. Ningún otro urbano o compacto eléctrico ofrece tanta autonomía€ aunque el Opel Ampera-e, que lanzará en Europa esta primavera, pero que no se comercializará en España hasta el año 2018, va a subir el listón en materia de capacidad de batería hasta los 60 kWh.
Renault Zoe Z.E. 40 2017: más autonomía
Durante la presentación, en los alrededores de Lisboa, tuvimos la oportunidad de realizar diversas pruebas, y comprobamos que, realizando una conducción ´convencional´ tanto por estilo de conducción como por recorridos, esos 300 kilómetros son perfectamente alcanzables. Si se realiza una conducción muy agresiva, se conduce en autopista a 120 km/h, hace muchísimo frío o se circula con el coche cargado, la autonomía real puede bajar hasta los 200 kilómetros. Mi impresión personal, a la vista de las cifras de consumo medio arrojadas por el ordenador de a bordo, es que bajar de los 225 km de autonomía con una sola recarga debe de resultar muy difícil.
La cuestión de si 300 km son suficientes o no tendrá que valorarla cada uno. Hay que tener en cuenta una cosa: por muy grande que sea la autonomía, tarde o temprano se va a agotar. Mi impresión personal es que 300 kilómetros son lo mínimo razonable para que el problema no sea la escasa autonomía, sino la escasez de puntos de recarga públicos para, por ejemplo, afrontar viajes entre dos ciudades.
Más allá de la capacidad de la batería, el Renault Zoe 2017 apenas ha sufrido cambios. El acabado BOSE, el más caro, ha incorporado una nueva tapicería de cuero y un equipo de sonido de altas prestaciones.
Renault Zoe Z.E. 40 2017: interior y habitabilidad
Comenzando por el interior y la habitabilidad, hay que tener en cuenta que el Renault Zoe está basado en la plataforma del Renault Clio, convenientemente elevada para dar cabida a las baterías bajo los asientos. De forma que la habitabilidad es muy parecida a la del Renault Clio (buena delante, algo justa y sin mucho espacio para los pies detrás, y con un maletero con buena capacidad, de 338 litros, gracias a que tiene bastante profundidad).
Los materiales del interior, así como el sistema multimedia R-Link están a la altura de los que ofrece el Clio, y pueden parecer un poco mejorables para tratarse de un coche que puede llevar a costar 36.750 euros en el caso de la versión mejor acabada.
Renault Zoe Z.E. 40 2017: prestaciones
El Renault Zoe emplea un motor eléctrico de 92 CV de potencia. Como ocurre con esta clase de motores, tiene una respuesta al acelerador bastante inmediata, aunque con un peso total de 1.480 kilos (en vacío; 1.555 kg si se calcula el peso según la norma de la UE, que incluye el peso del conductor), las prestaciones son modestas. La velocidad máxima está limitada a 135 km/h, y la aceleración de 0 a 100 km/h se sitúa en 13,2 segundos. Durante la prueba nos llamó la atención la influencia negativa del número de pasajeros en las prestaciones. Mientras que un Renault Zoe ocupado sólo por el conductor se apaña bien para adelantar en carreteras convencionales, con dos pasajeros y su equipaje a bordo el coche se percibe notablemente más lento.
Uno de los aspectos más positivos del Renault Zoe son sus frenos, que cuentan con un tacto bastante natural y progresivo (algo muy poco habitual entre los eléctricos e híbridos enchufables).
Como eléctrico, el Renault Zoe presenta dos aspectos curiosos. El primero es la recarga: el Renault Zoe incorpora un cargador embarcado denominado Chameleon de 22 kW de potencia. Eso significa que es posible cargar el coche, empleando corriente alterna trifásica, a 22 kW de potencia, lo que permite cargar la batería completamente en tan sólo dos horas. Se trata de una alternativa muy interesante para quien tenga acceso a una línea eléctrica de este tipo (algo poco corriente en casas particulares, pero habitual en instalaciones industriales).
A cambio, el Renault Zoe no ofrece la posibilidad de realizar recargas ´super rápidas´ usando corriente continua (esta carga permite recargar la batería al 80% en tan sólo 20 minutos, usando un cargador especial de alta potencia; en españa comienza a ser posible encontrar algún que otro cargador público de este tipo, operados por gestores de carga como Ibil o GIC). Tanto el Nissan Leaf como el BMW i3 o el Kia Soul EV sí ofrecen esta posibilidad. sí ofrece esta posibilidad .
El segundo aspecto curioso es que Renault lo ofrece tanto con la batería en alquiler como en propiedad. Si se alquila la batería, se paga una cantidad mensual fija (que se determina en función de los kilómetros que se van a recorrer al año; el mínimo son 69,36€ al mes para para 7.500 km anuales). Esta fórmula es interesante para quien piense cambiar de coche, por ejemplo, a los 36 meses, entregando el coche como parte del pago para acceder al nuevo modelo. También es interesante para quien albergue dudas sobre la degradación de la batería. En este sentido, decir que la batería cuenta con 8 años o 160.000 km de garantía, y que Renault considera normal una degradación de hasta el 33% a lo largo de ese periodo –del 25% si es alquilada–.
Renault Zoe 40 2017: precios
El precio del Renault Zoe ZE 40 2017, con batería en propiedad y sin incluir ninguna ayuda oficial a la compra, comienza en los 32.125 € el acabado Life, y va hasta los 36.750 del acabado Bose. Alquilando la batería, esos precios son de 24.625 € y 29.225 €, respectivamente.
