Entre ríos de lava petrificada, cráteres y un paisaje completamente original se alza la montaña más alta de España, el símbolo del Parque Nacional del Teide, un enclave natural Patrimonio de la Humanidad que resulta un privilegio visitar.
L o llaman la catedral de los volcanes por dos razones: la primera está relacionada con la grandiosidad del Parque Nacional del Teide, que impresiona a quien pisa por primera vez estas tierras; la segunda, tiene que ver con el sentimiento que provoca, que tiene algo de místico, como si fuera imposible que ese paisaje perteneciera al mundo terrenal. Seguramente por eso, fue el lugar escogido para películas de culto como Hace un millón de años, con la que Raquel Welch se convertía en un icono de la gran pantalla.
Una buena prueba de lo especial de este lugar es la carretera que lo cruza, la TF-21. Una de las vías que más anuncios ha protagonizado en España, precisamente por lo original de sus espléndidas vistas. Recorrer este parque y su entorno es un verdadero regalo para los sentidos.
Para acercarnos a él podemos empezar nuestra ruta partiendo de la capital tinerfeña, Santa Cruz. Aunque, antes de coger el coche es buena idea visitar la ciudad: dar un paseo por la plaza de España y ver lo que queda del castillo de San Cristóbal, soterrado bajo ella; deambular por el mercado de Nuestra Señora de África; adentrarse en la cultura guanche entrando en el Museo de la Naturaleza y el Hombre; visitar la iglesia de la Concepción, de un original estilo toscano con piedra volcánica, y también la de San Francisco; o entrar en el jardín botánico Palmetum y perderse en sus doce hectáreas de palmeras. Estamos además a un paso de San Andrés, donde se encuentra la emblemática playa de Las Teresitas, así que quienes quieran ver esta famosa playa construida con arena del Sáhara lo tienen muy fácil.
A nuestro destino, el Parque Nacional del Teide, nos llevará la TF-24 que enlaza con la famosa y ya mencionada TF-21. Allí, por supuesto, la gran atracción es subir al pico del Teide, para lo que previamente habremos tenido que solicitar un permiso. A lo largo de la subida a la tercera estructura volcánica más alta del mundo –solo superada por dos volcanes hawaianos– encontrarás espectaculares miradores con unas vistas de escándalo. Aunque también es buena idea escoger alguno de los senderos alternativos, que dejan ver de cerca ese mundo extraordinario esculpido por el volcán.
De nuevo en marcha, podremos continuar ruta hacia Arona –la localidad que da nombre al pequeño SUV que acompaña nuestra aventura–, adonde llegamos por la TF-51. Nos encontramos en uno de los principales municipios turísticos de la isla, aunque la Arona rural, que abarca la zona no costera, aún mantiene la esencia de la tradición. Un lugar que conserva su autenticidad en las encantadoras casas típicas canarias y en las callejuelas adoquinadas de su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural hace doce años.
En él se encuentra la iglesia de San Antonio Abad, que fue levantada en su actual configuración a finales del siglo XVIII y reedificada en el XIX en el lugar que ocupara la antigua ermita. También merecen una visita las plazas del Cristo de la Salud y de La Paz, el edificio del Ayuntamiento y los lavaderos públicos de finales del siglo XIX, ubicados en el antiguo camino real que comunicaba Arona con Vilaflor.
Para los que estén pensando en darse un baño después de la visita, estamos ya a un paso de la zona de Playa de las Américas, una de las más conocidas por la posibilidad de practicar actividades acuáticas en su costa. Y también del pueblo de Los Cristianos, que conserva cierto aire marinero porque antiguamente fue un dinámico pueblo pesquero.
Hoy, la mayor parte de su actividad se concentra en la zona peatonal que bordea la playa, una larga avenida donde es buena idea sentarse a probar las delicias culinarias de la zona. Otra opción es realizar alguna excursión mar adentro, pues desde su puerto parten numerosas conexiones marítimas.
Para seguir disfrutando de la costa, tomaremos ahora la TF1 en dirección Adeje, un municipio plagado de senderos y paisajes naturales fascinantes que se combina con parques temáticos y playas. Es aquí donde encontraremos el Roque del Conde, el Pico de Abinque, el barranco del Infierno o la caldera del Rey, pero también estupendas playas en la zona que se conoce como Costa Adeje. De la propia Villa de Adeje, con un pasado histórico que se remonta a la época anterior a la conquista, tiene interés su casco antiguo, con monumentos arquitectónicos como la Casa Fuerte o la Iglesia de Santa Úrsula. Merece la pena darse un paseo sin prisa.
Continuaremos ahora por la parte este de la isla a través de la TF-65 en dirección San Miguel pero haciendo una parada antes si queremos disfrutar un poco más del mar tinerfeño en la zona conocida como Las Galletas-Costa del Silencio, cuyos ricos fondos marinos conocen bien los submarinistas. Lugares como la Punta de la Rasca o el Malpaís de Rasca, catalogado como Espacio Natural Protegido, merecen también una parada antes de llegar a San Miguel de Abona, pintoresco municipio cuyos orígenes se remontan a tiempos de los guanches, los pobladores aborígenes de la isla, antes de la llegada de los castellanos en 1496.
Pasear por las calles de su barrio histórico, también declarado BIC, es una experiencia muy recomendable. Tienen su particular encanto la Parroquia Matriz de San Miguel Arcángel, la Casa Museo El Capitán, la casa natal del médico, historiador y periodista Juan Bethencourt, la Casa Azul, que es la actual sede del Ayuntamiento, o la Casa Cuatro Esquinas, donde se ubica la Oficina de Turismo.
Estamos ya muy cerca de Granadilla de Abona, donde también haremos un alto en el camino para conocer una de sus joyas, la iglesia de San Antonio de Padua, construida entre los siglos XVIII y XIX. Es además el primer municipio del mundo que consiguió el reconocimiento de Destino Turístico Starlight, un lujo para los amantes de los cielos estrellados.
Tampoco podemos dejar de visitar los monumentos naturales de Montaña Pelada, Los Derriscaderos y Montaña Colorada, al igual que la Cueva del Santo Hermano Pedro, consagrada al santo tinerfeño Pedro de San José Betancur. Ya en la costa se puede disfrutar de lugares como El Médano, especial para los aficionados a los deportes marinos.
Siguiendo ahora la TF-28 llegaremos en unos kilómetros a una localidad sorprendente que, sin embargo, sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de quienes visitan la isla. Hablamos de Arafo, un municipio famoso por su gran tradición musical que le ha valido el apodo de «Pueblo de la Música».
Y es que entre sus poco más de 5.500 habitantes hay un buen número de bandas y agrupaciones musicales de gran prestigio en el archipiélago canario. Además de esa afición musical, Arafo es reconocido por su patrimonio, en el que se encuentran la iglesia de San Juan Degollado, la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen o el antiguo molino y los lavaderos públicos. Igualmente interesante resulta su patrimonio natural, donde encontramos el Paisaje Protegido de las Siete Lomas, el Barranco de Añavingo o el Volcán de las Arenas.
Ya para ir cerrando nuestra ruta conduciremos hasta Candelaria, un destino imprescindible que esconde muchísimos tesoros. Es allí donde se levanta la espectacular basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, rodeada de estatuas guanches de bronce, y donde tiene cobijo la imagen de la La Morenita, patrona de Canarias.
Además de pasear por las calles de esta localidad, merece la pena conocer la red de senderos que recorren las medianías rurales de Candelaria, además de acercarse a las cuevas y playas que salpican el entorno de la población. Una experiencia con la que redondear el final de esta ruta que acaba donde comenzó, en la capital tinerfeña.
SEAT Arona 1.5 ECO TSI FRMotor ECO TSI ► 150 CV► Cambio manual de 6 velocidades
En nuestro recorrido por el parque nacional del Teide, hemos elegido como compañero de aventuras un SEAT Arona 1.5 EcoTSI FR, la versión más potente de toda la gama Arona, con un propulsor que responde con decisión desde la parte baja del cuentavueltas, merced a sus 250 Nm de par máximo, disponible en una amplia banda de utilización. El Arona FR, además, es capaz de conjugar unas prestaciones de primer nivel con unos consumos realmente ajustados. El acabado FR, además, le aporta un estético y eficiente toque de deportividad que casa a la perfección con las prestaciones del motor y con su comportamiento. El Arona es uno de los SUV urbanos más ágiles y estables de su categoría gracias al empleo de la moderna plataforma MQB-A0. Además, en esta versión FR, la suspensión cuenta con unos tarados más firmes que mejoran aún más su comportamiento. Esa deportividad también se respira en el interior, donde el volante de cuero deportivo o la tapicería específica diferencian al FR de sus hermanos de gama. Además de un equipamiento completísimo que incluye cargador inalámbrico de móvil con amplificador de señal GSM y conectividad Full Link para Apple y Android, todo combinado con un avanzado sistema de navegación con pantalla táctil de 8″, cámara de visión trasera y con sistema de aparcamiento automático. El Arona hereda la estudiada ergonomía de los modelos de SEAT –como el Ibiza– así como su calidad, pero cuenta con un generoso maletero de 400 litros..
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Mapa de la ruta SEAT por el Parque Nacional del Teide
Distancia: 241 km
Duración: 10 horas
Aún con buen firme y anchura razonable, nuestro periplo (de 5h 45 ‘ netas de conducción) discurre por carreteras reviradas que obligan a aumentar la precaución. Apenas será necesario abandonar el asfalto, pero nuestro Arona es capaz de desenvolverse sin problemas por pistas y caminos cuando hay que hacerlo.
Ruta SEAT por el Parque Nacional del Teide
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