Subaru Outback: sus virtudes y defectos

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso
El Subaru Outback siempre ha sido un modelo muy especial por muchas razones, y eso conlleva algunas cosas buenas y otras no tanto. En su generación actual, ¿en qué brilla y en qué sale malparado?

Lanzado en 1994 como una versión SUV del Subaru Legacy, el Outback fue un poco el precursor del concepto que representa, ese que combina una carrocería de tipo familiar con determinadas cualidades off-road, tanto de aspecto como técnicas. La actual generación es la sexta y fue lanzada en 2020 en un marco que no emociona precisamente a los entusiastas de la marca, con Subaru tomando otro rumbo dejando completamente de lado su tradicional deportividad y poniendo el foco en la seguridad y los asistentes a la conducción.

Pues bien, así las cosas, el actual Subaru Outback se comercializa asociado a únicamente un motor. Se trata de un propulsor gasolina bóxer de cuatro cilindros y 2.5 litros que se acopla a una transmisión de variador continuo y a un sistema de tracción total permanente. Desarrolla 169 CV de potencia y 252 Nm de par. Lo único en lo que su gama deja lugar a la elección es en el acabado, habiendo tres: Trek, Field (de aspecto más off-road) y Touring. Su precio parte de 39.500 euros y alcanza 44.900 euros en la terminación más equipada.

Hasta aquí la teoría. En la práctica, ¿dónde se encuentran sus puntos fuertes y débiles?

Subaru Outback 2022

Subaru Outback: estas son sus virtudes

  • Entre su competencia (que luego mencionaremos) es el que mejores capacidades off-road tiene ya no sólo por su sofisticada tracción total, sino también por sus generosas cotas, mejores incluso que las de muchos SUV. Por ejemplo, tiene 21,3 cm de altura libre al suelo, dato muy bueno, y dispone de un modo de conducción para nieve/tierra y otro para nieve profunda/barro, ambos disponibles sólo por debajo de 45 km/h. Si vas a salir del asfalto con frecuencia, el Outback es una estupenda elección.
  • Es un coche comodísimo y que proporciona una grata sensación de seguridad. Su suspensión es muy absorbente, el habitáculo está meticulosamente aislado, y la transmisión de variador continuo se luce cuando la conducción es tranquila, logrando por ejemplo que, en autopista a velocidad moderada y sostenida, el motor gire a muy bajo régimen.
  • El habitáculo ofrece muy buenas sensaciones. Tiene calidad pero sin ser lujoso, resulta muy espacioso en todas las mediciones, y su sistema multimedia funciona de forma sencilla y fluida. Incluso, en torno a la pantalla vertical se hallan algunos botones físicos para las funciones más básicas, como el ajuste de la temperatura de la climatización o el del volumen del sonido, detalles que te facilitan la vida.
  • Mucho equipamiento de serie. Desde la terminación más económica, ya son de serie elementos como los faros de led, el sistema multimedia con pantalla de 11,6” o todo tipo de asistentes a la conducción.
  • Precisamente hablando de asistentes a la conducción, la seguridad es una prioridad en el Outback ya no sólo por elementos de seguridad pasiva como sus ocho airbags, sino por su sistema Eyesight 4.0 que, mediante dos cámaras estereoscópicas en la parte superior del parabrisas, habilita un montón de sistemas de asistencia a la conducción, incluyendo todos los típicos, y que por cierto funcionan muy bien y son fácilmente desconectables si así lo deseas. También dispone de un sensor en el salpicadero que vigila que el conductor esté atento a la carretera, y le avisa en caso de que no.
  • Por 2.000 euros, Subaru ofrece la posibilidad de instalar un kit de GLP que reduce el gasto por kilómetro y aporta la etiqueta ECO. Eso sí, se trata de un sistema universal instalado a posteriori, por lo que no se integra totalmente en el vehículo, como por ejemplo en el ordenador de a bordo.
Subaru Outback 2022 salpicadero

Subaru Outback: estos son sus defectos

  • Su relación entre prestaciones y consumos no es buena. Con una cifra de 169 CV, necesita 10,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, alcanza 193 km/h y homologa un consumo de 8,6 L/100 km. Sobre todo, el dato de aceleración es especialmente negativo respecto a su competencia. Aquí influyen especialmente dos factores. Uno es la configuración del motor, de cilindrada medio-alta y sin sobrealimentación. El otro es la transmisión de variador continuo.
  • La transmisión de variador continuo es muy cómoda y suave en conducción tranquila (aparte de muy fiable), pero que hace aguas cuando la demanda de aceleración es medio-alta. No tiene marchas como tal y, si el conductor pisa el acelerador buscando ganar velocidad, el motor se revoluciona mucho y genera bastante ruido sin que ello se traduzca en una aceleración contundente. No es una sensación agradable y rápidamente te transmite que no es una transmisión para ir rápido. Al menos, sí que cuenta con ocho relaciones prefijadas para manejarla de forma manual a través de las levas del volante, pero no tiene nada que ver con una caja automática de convertidor de par o de doble embrague.
  • La sensación de seguridad es una de sus virtudes como decíamos arriba, pero no es un coche de reacciones ágiles. Al igual que lo que sucede con el conjunto motor-cambio, su configuración de chasis no está enfocada a conducir rápido. Por ejemplo, en una carretera de curvas, irías más ligero, y lo disfrutarías más, a los mandos de un Skoda Superb Scout.
Subaru Outback 2022 motor

Hay seis virtudes frente a tres inconvenientes, por lo que podemos deducir que, en términos generales, el Outback es un buen coche. Ahora bien, ¿cuáles son sus alternativas?

Skoda Superb Scout

En Skoda podemos encontrar la que probablemente sea la alternativa que mejores argumentos presenta frente al Subaru: el Superb Scout con motor 1.5 TSI de 150 CV, que sale por 46.215 euros. Anda más que el Outback y consume menos, pero a cambio ni se le acerca en lo que respecta a capacidades off-road, como tampoco en lo relativo a equipamiento de serie. Dentro de Skoda, y también en la misma línea que el Superb Scout, está la alternativa del Octavia Scout, de tamaño un poco más pequeño, pero también a un precio menor: 36.520 euros. Tanto el Octavia como el Superb ofrecen motorizaciones diésel alternativas.

VW Passat Alltrack

El Volkswagen Passat Alltrack también es un coche del estilo del Subaru Outback, aunque más orientado al asfalto al igual que los Skoda. Un coche de muy buena calidad que sale notablemente más caro debido a que emplea un motor 2.0 TSI de gasolina de 280 CV: 50.065 euros. También lo hay con motor diésel.

Por concepto, que no por precio ni por gama, en Audi y en Volvo hay un par de alternativas más, que son los A4 y A6 Allroad y los V60 y V90 Cross Country, pero no pueden considerarse rivales directos, al menos de la misma manera que los Skoda y que el Volkswagen.

 

Subaru Outback

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