Dinámica longitudinal y lateral son las dos expresiones pedantes para definir las acciones de acelerar y frenar junto con la de girar. Un sistema capaz de controlar ambas dinámicas del vehículo se conoce como Conducción Autónoma de Nivel 2 (empleando la famosa clasificación de niveles de autonomía creada por la SAE norteamericana).
En este video analizamos en profundidad estos sistemas, que son capaces de controlar la distancia con el coche precedente, así como de mantener el coche en el centro del carril (mientras haya señalización horizontal) o de seguir al coche precedente (cuando las líneas de la carretera están ocultas por éste).
Para esta demostración hemos empleado un Seat Leon 1.4 TSi e-Hybrid enchufable, disponible desde 37.640 euros o por una cuota desde 474 euros a través del programa Seat Flex. El sistema del que hablamos, que Seat denomina Travel Assist, está disponible como opcional dentro de un paquete denominado Safe & Driving Pack XL y que incluye también sistemas como el detector de ángulo muerto, el encendido automático de luces largas o el volante calefactado (entre otros muchos más).

Fundamento técnico del Nivel 2
La conducción autónoma de Nivel 2 requiere control del acelerador, del freno y de la dirección... o, dicho de otro modo, de la dinámica longitudinal y lateral. El control de la dinámica longitudinal suele encomendarse a un sistema de radar (arriba) que, situado en la calandra delantera o debajo de esta, monitoriza el espacio por delante del vehículo, con un alcance de 175 metros y una apertura de tres carriles (el propio y adyacentes).
El de la lateral se encomienda a una cámara situada en el parabrisas (debajo), y capaz de determinar la posición de nuestro vehículo con respecto del centro del carril… así como de estimar el eje central de los vehículos precedentes.
Al activar el sistema, este trata de alcanzar la velocidad programada por el conductor o, de haber coches delante, de situar el coche a la distancia de seguridad establecida por éste. Al mismo tiempo, el sistema de mantenimiento de carril envía comandos a la dirección para mantener el coche en el centro del mismo, respecto de lo que se determina a partir de la señalización horizontal.

Adicionalmente, estos sistemas pueden emplear como referencia el cambio de textura entre el asfalto y un arcén de tierra. También pueden dejarse guiar por una sola línea de carril o, en caso de retención, cuando siguen muy de cerca al coche de delante y este oculta la señalización horizontal, por el eje central estimado del coche precedente.
Actualmente, la ley establece que el conductor es el último responsable del trabajo de conducción durante el empleo de estos sistemas, que son meros asistentes. Por ello, esta misma ley exige que el coche cuente con un sistema capaz de determinar la presencia de las manos sobre el volante (como garantía de conductor presente, disponible y dispuesto a tomar el control en cualquier momento).
Actualmente, existen dos formas de satisfacer ese requisito. Una inmensa variedad de modelos (incluido el Seat Leon de este vídeo) emplea el de «detección de par», basado en la percepción de la fuerza ejercida por las manos sobre el aro del volante. Una segunda alternativa, más cara y perfeccionada, emplea sensores capacitivos para detectar la presencia física de las manos sobre el aro del volante.

Empleo práctico del Nivel 2
La práctica totalidad de sistemas de conducción autónoma de Nivel 2 (también descritos por la expresión «Eyes on – Hands On», en alusión a «atención sobre la carretera y manos en el volante») ofrecen un funcionamiento parecido .Las características fundamentales que debes de tener en mente son las siguientes:
- La conexión se puede realizar de manera simultánea (control de crucero más mantenimiento de carril) o escalonada (primero control de crucero y después mantenimiento de carril. Existen algunos fabricantes que permiten tener mantenimiento de carril sin control de crucero (por ejemplo, Hyundai), pero son la excepción.
- Suelen funcionar desde 0 km/h y hasta velocidades que exceden con creces los límites legales. De esta forma, estos sistemas son capaces de seguir al coche precedente (tanto su velocidad como trayectoria) hasta que se detiene por completo, arrancando de nuevo cuando lo hace el coche al que estamos siguiendo. El tiempo «de espera» antes de requerir confirmación para el arranque oscila de marca a marca, pero suele situarse en los 2-3 minutos.
- Están pensados para ser utilizados en autovía aunque, los más competentes, pueden brindar un funcionamiento aceptable en carreteras con un trazado rectilíneo. El sistema, en general, no es consciente del tipo de vía en el que lo estamos utilizando, de manera que pueden emplearse incluso en atascos en ciudad. Sin embargo, cuanto más grandes son los cambios de trayectoria del coche precedente, más probable es que se alcance el límite de desconexión.
- Estos sistemas se desconectan cuando se alcanzan sus límites de prestaciones. Los motivos pueden ser variados. Por ejemplo, el coche de delante puede realizar una frenada demasiado intensa. Otro motivo puede ser que el radio de la curva sea demasiado pequeño. También puede desconectarse por no detectar las manos del conductor en el volante. En función de lo sofisticado del sistema, puede ocurrir desde que el coche quede circulando en lo que sería Nivel 0 (ninguno de los dos sistemas conectados), se desconecte tras unos frenazos de advertencia para el conductor o incluso se ejecute una maniobra de detención de emergencia, parando el vehículo por completo, encendiendo las luces de emergencia y activando el sistema eCall.

La opinión de Autofácil…
Los sistemas de conducción autónoma de Nivel 2 son realmente magníficos desde el punto de vista del confort, la seguridad y la reducción de la fatiga al volante. A velocidades de autopista, permiten reducir el cansancio, delegando parte de la tarea de conducción en el asistente. Cuando el conductor no tiene una gran confianza, puede aportar un respaldo relevante, manteniendo el coche en el centro del carril incluso en curvas de autopista bastante cerradas. También resultan muy útiles a la hora de mitigar las consecuencias de las distracciones en un mundo en el que las pantallas táctiles se han vuelto omnipresentes.
Después, cuando el tráfico empeora y la velocidad media desciende, estos sistemas son capaces de reducir muchísimo la carga de trabajo del conductor, asumiendo con seguridad la tarea de la conducción en un entorno de frenazos y arrancadas repetitivos que genera frustración en el conductor, abriendo la puerta a las distracciones y la comisión de errores que pueden desencadenar accidentes leves.
En definitiva, la Conducción Autónoma de Nivel 2, especialmente cuando es llevada a cabo por sistemas sofisticados como el Travel Assist de Seat, reduce la carga de trabajo del conductor, reduciendo la fatiga e incrementando la seguridad. Además, la tecnología ha evolucionado hasta ofrecer niveles de fiabilidad muy elevados. De esta forma, y aunque el problema de la detección correcta de «manos en el volante» aun no puede decirse que esté del todo bien resuelto, podemos considerarlo un equipamiento realmente recomendable de cara a tu próximo coche.
