Ese volumen productivo supone más de cinco veces el número de vehículos totalmente eléctricos vendidos en EE UU en 2013, según la Asociación del Transporte con Motor Eléctrico (EDTA, en sus siglas en inglés), y más de un 10% de la producción estadounidense de turismos el año pasado. Aunque no se han confirmado los términos exactos del acuerdo, Tesla preveía una inversión conjunta de entre 4.000 y 5.000 millones de dólares (de 3.000 a 3.750 millones de euros) de los que el fabricante norteamericano asumirá la mitad.
En este acuerdo, Panasonic se encargará de la puesta en marcha y operación de una cadena de montaje de células de ion-litio, que Tesla empaquetará en baterías, tanto para sus propios vehículos como para otras aplicaciones. La idea es abaratar los costes de la tecnología. «Esta fábrica representa un cambio fundamental en como se fabrican baterías a gran escala», ha señalado Jeffrey Straubel, director técnico y cofundador de Tesla, en la presentación del proyecto. «Abre el camino a una reducción drástica en el coste del almacenamiento de energía».
Angel Aghili, vicepresidente de la Asociación Europea de Vehículos Eléctricos (AVERE), ha señalado que «es una decisión que demuestra que Tesla y Panasonic han estudiado el mercado y han visto que tiene potencial y es seguro» y que «además, la evolución de la tecnología en baterías no solo es importante para la industria del automóvil; impulsa todo el campo de la energía, especialmente el de las renovables. Es un espaldarazo a todo el sector». Y concluye: «Es una señal para Europa: Estados Unidos se está comprometiendo con la tecnología del coche eléctrico».
Gracias al acuerdo suscrito con Panasonic, Tesla Motors podrá sacar adelante su plan de fabricar un modelo de gama media alta, el Modelo 3, destinado a competir con vehículos como el BMW Serie 3, la Clase C de Mercedes-Benz o el Lexus IS. Las economías de escala que permitirá la gigafábrica darán la posibilidad a Tesla de ofertar este modelo por un precio de venta al público de 35.000 dólares (26.100 euros). El desarrollo del Modelo 3 representa, además, la posibilidad de recuperar para la industria automovilística estadounidense un sector, el de las berlinas medias premium, en el que se habían visto claramente en los últimos años por la competencia europea y japonesa.
Finalmente, según las previsiones de tesla, la fábrica dará trabajo a 6.500 personas.