Volvo ya tiene un SUV de medidas compactas (4,43 m), más pequeño que el XC60 para rivalizar con modelos como el Range Rover Evoque o el BMW X1. Diseño y tecnología se aúnan en el nuevo SUV que Volvo acaba de lanzar al mercado, que estrena una nueva plataforma modular. El interior muestra el cuidado habitual de Volvo en cuanto a terminación y calidad de materiales, con un diseño en línea con sus últimos lanzamientos. Para su lanzamiento cuenta con dos versiones D4 y T5, es decir una variante diésel de 190 CV y una de gasolina de 247 CV. Más adelante la gama de motores irá ampliando sus posibilidades con motores más modestos, incluyendo un nuevo bloque de tres cilindros. Y también está previsto para el XC40, un propulsor híbrido enchufable, y uno totalmente eléctrico para 2020. El D4 y el T5 disponen de tracción integral, pero está previsto que haya versiones de tracción delantera con los motores menos potentes, que también utilizarán cambio manual como alternativa al automático de 8 relaciones de las dos versiones de lanzamiento.
El XC40 se caracteriza por una buena relación entre estabilidad y confort, que está entre las mejores del segmento junto con el BMW X1. Esta cualidad se mantiene en el acabado R-Design, pese a que estas varaintes cuentan con una suspensión algo más rígida. En cuanto a los motores, ambos ofrecen unas buenas prestaciones y un consumo razonable, aunque no resultan demasiados refinados, en especial el diésel. El cambio de ocho velocidades funciona correctamente; no es demasiado rápido, aunque sí funciona con suavidad.
En este vídeo hacemos un repaso a la gama de lanzamiento del todo camino sueco y te analizamos los aspecetos más destacados de este nuevo modelo.