A finales del mes pasado te anunciábamos que se subastaría uno de los pocos Aston Martin DB10 que quedaron vivos después de la película Spectre, de James Bond -se especula con que, de los diez que se fabricaron, consiguieron conservarse dos, ya que los demás fueron destruidos-. Pues bien, el pasado jueves 18 de febrero se subastó dicha unidad, la cual arrancaría en aproximadamente 1,3 millones de euros, pero que se ha acabado vendiendo por 3,15 millones de euros.
A pesar del despliegue de potencia y prestaciones, este Aston Martin no está homologado para su uso en la calle, algo que no deberá importar mucho al coleccionista que se ha hecho con él. Recordemos que el DB10 incluye un propulsor de 4.7 litros cuya potencia no ha sido revelada; no obstante, en el próximo Salón de Ginebra, que se celebrará en unos pocos días, veremos a su ‘sucesor’, el DB11. Éste montará un bloque 5.2 biturbo de 12 cilindros en V.
La subasta de este superdeportivo, al que pudiste ver en el número 2 de EVO en Español, ha tenido lugar en Londres, y ha sido llevada a cabo por la casa de subastas Christie’s King Street. Además, los beneficios obtenidos por su venta, a la que solo se podía acceder mediante una exclusiva invitación, han ido a parar a organizaciones benéficas; entre ellas, Médicos Sin Fronteras.