Con una longitud de 4,21 metros, una anchura de 1,88 m y una altura de 1,51 m, la carrocería del Audi Crosslane Coupé recurre a la arqutiectura «Multimaterial Space Frame» que, fabricada con materiales como el aluminio -que forma una estructura rígida alrededor del habitáculo-, la fibra de carbono y de vidrio -éste último, para las estructuras de absorción de impactos frontal y trasera, túnel central-, consigue que el peso del Crosslane Coupé se quede en 1.390 kg, al mismo tiempo que Audi ahorraría costes en su producción.
La configuración de su habitáculo es de 2+2 plazas -pues las baterías van alojadas en la parte trasera, en el maletero-, con un techo deslizante en fibra de carbono que convierte al Crosslane Coupé en un «semidescapotable», pues al retirarlo se oculta en un arco trasero inamovible, al estilo de un targa. La fibra de vidrio también domina el interior, combinada con inserciones en aluminio.
Para formar parte de la mecánica híbrida del Crosslane Coupé, se ha diseñado expresamente un motor 1.5 TFSI gasolina tricilíndrico, de 130 CV y 200 Nm; está acompañado de dos motores eléctricos: El primero, con una potencia de 68 CV y un par de 210 Nm, sirve como alternador y para el arranque; el segundo entrega 116 CV y 250 Nm, y es el que suministra tracción eléctrica. El conjunto arroja 177 CV de potencia (133 kW) y deja el consumo del Crosslane Coupé en 1,1 litros a los 100 km. Igual de sorprendentes son sus emisiones de CO2: 29 gramos por km recorrido. Su velocidad máxima es de 182 km/h, y se puede llegar a los 100 km/h tanto si circulamos en modo híbrido (8,6 segundos) o en modo eléctrico (9,8 seg). La batería, con una capacidad de 17,4 kWh, le permite lograr unos 86 km de autonomía en modo totalmente eléctrico. Cuenta con dos modos de conducción: «Cruise» para dar preferencia la motor eléctrico, o «race» si preferimos reacciones deportivas.
