Ya en 1964 el italiano Giovanbattista Moscardini, fascinado por la revolución tecnológica de los 60, se planteó ampliar horizontes en lo que a turismo se refiere. Surgió Laika, la empresa del galgo rojo con alas, una empresa que aúna el diseño y la elegancia típicamente italianas con los más altos estándares de fiabilidad. Justo lo que exigimos a un vehículo que tiene que estar preparado para colmar nuestras expectativas de vida. Nunca debemos olvidar que va a ser nuestro hogar durante muchas horas. Ocio y hogar siempre funcionan.
Las autocaravanas Laika están diseñadas y fabricadas por un equipo profesional preparado en múltiples áreas. El objetivo es crear un vehículo duradero, fiable, que soporte diferentes climatologías y todo tipo de adversidades. Pero que por dentro nos reciba siempre con calidez y alegría. Estilo italiano y resistencia alemana, el maridaje perfecto en el automóvil y en otros mucho ámbitos.
El propio nombre de la empresa, el de la primera perrita lanzada al espacio, aúna esas dos facetas: cercanía y tecnología, además de fascinación por lo desconocido. La caravana Laika 500, de reducidas dimensiones, fue lanzada al mercado en el ya lejano año 64, plantando la primera semilla de ese futuro que podríamos denominar como estelar.
Su prioridad, no obstante, es algo tan terrenal, pero a la vez complejo, como la completa y absoluta satisfacción del cliente, lo que obliga a fabricar no solo los mejores productos sino estar ahí en todo momento para aquellos que han elegido Laika. Sus repuestos, sin ir más lejos, siguen disponibles durante muchos años para que nuestra autocaravana (y todo el estilo de vida que viene con ella) no sea cosa de un día, y su servicio técnico es capaz de solucionar cualquier imprevisto o anomalía.
Tras la Laika 500 hubo más hitos que mantuvieron e impulsaron la reputación de la marca italiana. Ejemplo de ello es la serie Motorpolo, nacida en 1977, que aumentó el tamaño, la practicidad y las soluciones.
Lo mismo que la Laserhome de 1980, cada vez mejor adaptada a las necesidades de ocio de un cliente cada vez más sofisticado. La Mito de 1991 puede pasar a la historia como la primera maxi-autocaravana de la firma italiana, dispuesta a adaptarse a las necesidades de un mercado en expansión al que todavía le quedaba mucho por vivir.
En los años restantes, modelos como la Ecovip (1992) y la Kreos (1999) irían añadiendo nuevas ideas, soluciones y un diseño cada vez más innovador que ha ayudado a definir e impulsar no solo a la propia Laika, sino al conjunto del sector del ocio camper. La posterior Rexosline o la capuchina Kreos 5001SL son hitos mucho más recientes que todavía pueden verse por las carreteras (y lo que les queda).
Laika sabe que alcanzar La Dolce Vita italiana requiere en ocasiones de sudor y lágrimas, pero su voluntad es que nosotros lo logremos. La responsabilidad y experiencia de su equipo profesional, que se adapta a las necesidades del cliente tanto en el proceso de compra como después, en el servicio de posventa, es cada vez menos habitual y sin duda de sobresaliente.
Moscardini, sin duda, estaría encantado de todo aquello logrado por la marca, que sin duda ha rendido honores al concepto inicial. La nueva fábrica en San Casciano, abierta en febrero de 2016, es prueba de ello, con los mejores y más sofisticados medios del sector a nivel europeo y una gama cada vez más amplia que se adapta a todas las necesidades del mercado, además de todos los bolsillos: la Kosmovan de reciente hornada, montada sobre una ágil furgoneta, sin duda demuestra el compromiso de Laika con todos ellos.
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