¿Te crees que las autocaravanas son un invento moderno? No, nada más lejos de la realidad. Y si bien es cierto que estos vehículos, junto con las caravanas, vivieron una primera época dorada en los años 50 en EE.UU. Pero la idea de viajar durante largos trayectos cómodamente ya había calado en los primeros burgueses de comienzos de siglo. Y tenemos un magnífico ejemplo en esta autocaravana de nada más y nada menos de 108 años, protagonista de esta noticia.
Así ocurrió con la familia británica Bentall, fundadora de varios grandes almacenes y que, a partir de un Ford T fabricado en 1914, encargó al especialista en vehículos comerciales e industriales Baico que reforzara y alargara su chasis. La carrocería, íntegramente fabricada en madera, fue a su vez construida por la compañía Dunton of Reading, una empresa constructora de carros y caravanas que operó en Reino Unido entre 1884 y 1920.
Eso sí, lo que no se varió fue el motor de 2.9 L y 20 CV del Ford T. Considerando el considerable peso de la carrocería, las prestaciones nunca fueron una prioridad para este vehículo.
Así es por dentro esta autocaravana de época
Pero el confort sí. Y así queda claro nada más ver las fotos de este artículo. De esta forma, valga el enorme sofá de cuero que hacía las veces de asiento de conductor y acompañante y que, pudiendo girar 180º, también servía, ya en parado, como principal elemento del habitáculo.
Este se completaba con una mesa plegable, un banco también fabricado en cuero y varios armarios de madera que sirven como almacenaje. ¿Y los dormitorios? Pues, a igualdad de las actuales autocaravanas capuchinas (descubre aquí los distintos tipos de estos vehículos), esta Ford T cuenta con una cama encima del puesto del conductor… junto a dos literas situadas en el habitáculo. Ah, y una estufa hacía las veces de calefacción y cocina.
Junto a estos elementos, destacan asimismo todos los complementos propios de la época de construcción del vehículo, entre los que destacan incluso lámparas de aceite, una rueda de repuesto de maderas, elementos domésticos como ollas y sartenes de época o, en el exterior del vehículo, un buzón para el correo.
Eso sí, no te servirá de nada que preguntes por el baño y si, finalmente, adquieres esta autocaravana, mejor trata de acampar en el campo o en zonas provistas de aseos. A cambio, podrás disfrutar del auténtico ambiente de comienzos de siglo, ya que el vehículo fue restaurado (por un carpintero, además de por un mecánico) en 1976 y se mantiene en perfecto estado desde entonces; no en vano ha sido protagonista en varias exposiciones y reportajes de prensa.
Por eso, si sueñas con ser su próximo dueño, regístrate en la casa de subastas Bonhams y prepara de 20.000 libras (unos 23.350 euros) en adelante, ya que es el precio mínimo en el que se estima se adjudique este vehículo el próximo 10 de septiembre, cuando sea subastado.