Cuarteles generales del Grupo Julián en Burgos. Julián Alonso nos recibe en unas gigantescas instalaciones multimarca donde si no encuentras tu solución de movilidad, es que todavía no se ha inventado.
Comenzamos nuestra charla hablando del papel del distribuidor tradicional automovilístico, el concesionario. Para Alonso, el concesionario tradicional aún tiene un papel insustituible en la distribución de automóviles. Aunque el canal de internet está ganando relevancia, sostiene que “todavía queda mucho para que el coche se compre por internet”, pues los compradores necesitan experimentar el vehículo en persona antes de tomar una decisión.
Según Alonso, el proceso de compra de un automóvil es tanto económico como emocional, y el cliente necesita «probar antes de comprar». Durante los próximos años, ve al concesionario como un referente en servicio al cliente y cercanía, especialmente en un mercado con una competencia creciente.
El coche chino y la electrificación para Julián Alonso
Hoy en día toca hablar de electrificación y de coche chino sí o sí. Julián Alonso señala la falta de una estrategia clara y consistente por parte de los gobiernos para apoyar la electrificación como una de las principales barreras para el crecimiento de los vehículos eléctricos en España. “Necesitamos un mensaje único tanto de fabricantes como de gobiernos”, afirma, enfatizando que las políticas deben estar alineadas para fomentar una infraestructura de carga adecuada.
También menciona como ejemplo a Portugal, donde las ventas de eléctricos alcanzan un 30%, cifra que atribuye a una mejor gestión de políticas y ayudas. “Aquí, nuestro Gobierno no ha estado a la altura con una legislación que permita una infraestructura real”, critica Alonso, subrayando la necesidad de que las ayudas lleguen en tiempo y forma para incentivar a los contribuyentes.
Alonso es un firme defensor del coche chino, en el que ve una competencia inevitable para los fabricantes europeos. “No podemos poner puertas al campo”, sentencia. Comparando la situación actual con otras industrias, afirma que “Europa no es competitiva para fabricar móviles, electrodomésticos o ropa; y nos ha llegado la hora del automóvil”.
En su opinión, Europa ha perdido competitividad frente a Asia debido a factores como la velocidad de producción y el coste energético. Explica que, mientras en China se puede construir una fábrica en seis meses, en Europa se tarda hasta tres años, y que los fabricantes chinos están invirtiendo fuertemente en I+D, generando miles de patentes anualmente, lo que les permite mantenerse a la vanguardia tecnológica.
Pero el presidente del Grupo Invicta identifica otros aspectos que afectan a la competitividad de la industria europea frente a China, como los altos impuestos sobre los costes energéticos y laborales. Si bien reconoce que los salarios en China están acercándose a los de Europa, considera que la legislación europea sigue siendo un obstáculo. «Los tributos que se pagan aquí son 30 veces más que en otras partes del mundo», enfatiza, destacando que esta situación limita el crecimiento y la innovación en Europa.
Defensor de la micromovilidad
Alonso, desde su Grupo Invicta, es un firme defensor de la micromovilidad y ve en ella una solución para las necesidades de los consumidores actuales, quienes buscan alternativas económicas y prácticas.
“La micromovilidad ahorra muchísimo dinero, tanto en la compra, como en el mantenimiento y el consumo de combustible”, sostiene, defendiendo esta opción para aquellos que circulan solos o en distancias cortas. La micromovilidad, argumenta Alonso, responde a la realidad de un mercado donde cada vez hay más personas que viven solas o familias pequeñas, además de funcionar bien como segundo vehículo en muchos hogares.
Sobre el futuro de las marcas de Grupo Invicta, Alonso tiene una visión optimista. DFSK, una de las marcas chinas que representa, se perfila como una competidora fuerte en el mercado español, y anticipa un crecimiento notable con la llegada de nuevos modelos híbridos y enchufables en los próximos dos años. “Será una marca media importante en el sector en España”, afirma, explicando que los vehículos de DFSK serán competitivos con los principales fabricantes europeos y coreanos.
Otra marca que despierta especial interés en Alonso es Invicta Electric, su marca de micromovilidad, que considera fundamental para el desarrollo del transporte urbano y la última milla en las ciudades. Alonso confía en que en diez años Invicta Electric se convertirá en una marca clave en el mercado español y subraya su satisfacción por crear una marca española en este ámbito.
Alguna vez lo dijo en voz alta y yo se lo recuerdo: en cuanto a la posibilidad de fabricar en España, Alonso es cauteloso, pero no descarta establecer una planta de ensamblaje en CKD en Castilla y León o el País Vasco. “Fabricar 100% lo veo muy difícil, pero tenemos la ilusión de montar una planta que ayude a la sostenibilidad de la economía y sea competitiva”, explica, mencionando que un enfoque de ensamblaje puede ser viable y beneficioso para el mercado local.
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