El BMW Serie 5 y los BMW i5 acaban de llegar a los concesionarios. Todavía no está toda la gama, pues habrá que esperar a primavera para que se entreguen las versiones híbridas enchufables, que ya se pueden encargar. Ese BMW Serie 5 es la octava generación de este modelo de 5,06 metros que, el próximo año, también contará con una variante familiar denominada Touring.
Pero, de momento, nosotros ya hemos tenido nuestra primera toma de contacto con los de ellos: un BMW 520d xDrive y un BMW i5 M50 xDrive. La diferencia entre el Serie 5 y el i5 está en que el i5 es un modelo completamente eléctrico, mientras que las versiones con mecánicas térmicas (las dos que hay, microhibridadas y con etiqueta Eco de la DGT) o híbridas enchufables (con etiqueta Cero) corresponden al Serie 5. Así está configurada la gama y estos son sus precios:
| 520i | 208 CV | 60.150 euros | Eco |
| 520d | 197 CV | 60.050 euros | Eco |
| 520d xDrive | 197 CV | 62.600 euros | Eco |
| 530e | 299 CV | 71.150 euros | Cero |
| 550e xDrive | 489 CV | 88.250 euros | Cero |
| i5 eDrive40 | 340 CV | 76.750 euros | Cero |
| i5 M60 xDrive | 601 CV | 114.250 euros | Cero |
Por dentro: mucha calidad, demasiado jaleo
El interior ha cambiado notablemente comparado con el anterior Serie 5 en cuanto a diseño y ergonomía, pero no en calidad. Que sigue estando a un nivel muy elevado. De hecho, en la actualidad, Audi y BMW están en unos niveles muy altos, por delante incluso de su otro rival de siempre: Mercedes.
En cualquiera de las tres marcas vamos a encontrar buenos materiales y lo último en pantallas o tecnología, pero el ajuste y los remates de Audi y BMW están por encima de los últimos Mercedes. El BMW Serie 5 e i5 son un ejemplo de ello. Tanto por calidad de materiales como por cómo está todo ensamblado y terminado, su nota es muy buena.
También está muy bien insonorizado, y se ha trabajado incluso en la iluminación ambiental no sólo para mejorar la iluminación o hacer que el interior sea más agradable, sino incluso para cambiar el color y avisarnos en caso de que venga otro vehículo por detrás cuando abramos la puerta.
Lo que no nos termina de convencer, como nos ocurre con otros BMW de última generación, es la nueva forma de moverse por las pantallas. Es lioso. Cuando hace más de 20 años presentó el iDrive, su funcionamiento permitía navegar por diferentes menús con relativa facilidad. Ahora es cierto que hay muchísimas más funciones… y, quizá por ello, deberían separar de una forma más clara las cosas que son utilizables de forma muy habitual de otras que no lo son tanto. Eso podría simplificar las cosas.
Ahora, hay atajos y pequeños trucos, pero no es del todo intuitivo. Entiendo que, con el tiempo y a base de trastear, nos terminaremos acostumbrando cuando el coche sea nuestro, pero aún así sigue siendo un aspecto a mejorar.
Por postura al volante o espacio, el BMW Serie 5 e i5 sigue siendo tan bueno como su antecesor: no tardarás en encontrarte a gusto al volante, los asientos son cómodos y sujetan muy bien y, detrás, dos adultos viajarán con total comodidad. Hay espacio para tres, pero la plaza central no es tan cómoda. En cuanto al maletero, los 520 litros de los Serie 5 y los 490 litros de los i5 están en la media de lo que se espera de un coche así; no hay pega que poner.
En marcha: perfecto viajero por comodidad
En esta ocasión, hemos podido ponernos a los mandos de un BMW 520d xDrive y de un BMW i5 M60 xDrive. El primero es un coche estupendo desde el punto de vista dinámico: muy cómodo, con un motor de 197 CV de respuesta contundente, prestaciones más que suficientes y de bajo consumo (homologa 5,5 L/100 km de media en esta versión con tracción total). El motor está microhibridado, de manera que cuenta con la etiqueta Eco de la DGT.
La caja de cambios de ocho marchas, la conocida caja de convertidor de par que BMW lleva años utilizando, sigue funcionando francamente bien, bien sea de forma automática o manual, a través de las levas del cambio (no hay palanca como tal).
Este BMW 520d xDrive cuesta 62.600 euros, pero su homólogo de tracción trasera, con el mismo motor, vale 60.050 euros, de manera que es el Serie 5 más asequible… y, para viajar por carretera, es sin duda la alternativa más interesante de toda la gama.
En cuanto al BMW i5 M60 xDrive, hay que tener en cuenta que se trata de un modelo de 601 CV con tracción total, pues en el eje delantero va un motor de 340 CV y, en el trasero, otro de 261 CV. Tiene una batería de 81,2 kWh, algo que le permite homologar una autonomía media de 515 kilómetros.
Impresiona por su capacidad de aceleración (tarda 3,8 segundos en pasar de 0 a 100 km/h) y sorprende tanto por su forma de traccionar como por ofrecer un comportamiento muy eficaz, siempre su peso (2.380 kilos) y sus dimensiones no son los más adecuados para lo que muchos entendemos por deportivo.
Más allá de eso, explorar las posibilidades prestacionales de este grupo propulsor supone ‘fundirse’ la carga de la batería en muy poco tiempo, motivo por el que no le vemos mayor sentido a un coche así, como tampoco se lo veo a ningún eléctrico deportivo. Sí puede tenerlo el i5 eDrive40, que tiene 340 CV y cuesta 76.750 euros. Pero, sin duda alguna, todo lo racional e inteligente que tiene el BMW 520d, o incluso podría tener el i5 eDrive40, lo pierde este BMW i5 M60 xDrive. Ahora bien, como escaparate tecnológico, pues está muy bien…
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