Conducimos el BYD Atto 3, el SUV eléctrico chino que las marcas europeas deben temer

¿Te sabes la broma esa de “lo que pides por AliExpress y lo que luego te llega”? Pues bien, el cuento está cambiando. Los chinos, para según qué cosas, siguen haciendo cosas baratas y mejorables, pero en el mundo del automóvil están empezando a ponerse las pilas. Y mucho. Un ejemplo claro es este BYD Atto3.

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¿Qué es BYD? Bueno, BYD, siglas de Build Yours Dreams, uno de esos slogans que sólo se le pueden ocurrir a los orientales, es uno de los principales fabricantes de coches eléctricos de China. Por el mundo ya circulan más de 3,7 millones de unidades y, ahora, desembarcan en España. Lo hacen con tres modelos, los tres completamente eléctricos: el Atto 3 de esta prueba, el Han (una lujosa berlina de 4,99 metros) y el Tang (un SUV también premium de 4,78 metros de largo).

Por el momento, tienen acuerdos con grandes empresas de concesionarios como Astara, Caetano y Quadis para iniciar la comercialización de sus coches, y esperan llegar a 2025 a todo el territorio español con un total de 40 concesionarios.

En Autofácil hemos tenido ocasión de probar brevemente el BYD Atto 3. Se trata de un SUV de 4,45 metros de largo con un diseño que, por su parte trasera, nos recuerda al Audi Q4. Sin embargo, es en su interior donde comienzan las sorpresas. El aspecto visual es francamente bueno, y la cosa sigue la misma línea cuando comenzamos a tocar los plásticos o a comprobar los ajustes. Desde luego, no está nada mal hecho o, al menos, no lo está peor que cualquier rival europeo generalista.

El puesto de conducción es cómodo. Se va sentado en una posición más bien elevada, como es típico en este tipo de coches, pero hay ajuste en altura y profundidad de volante y el asiento, que tiene un aspecto más bien deportivo, es cómodo y ofrece una sujeción suficiente para las pretensiones de un coche de este tipo.

Lo más llamativo es la gran cantidad de detalles que tiene: las salidas de aire, el mando para abrir las puertas, las cuerdas que rematan las bolsas de las puertas y que sirven hasta para tocar melodías como si de una guitarra se tratase, la enorme pantalla central giratoria… Desde luego, es un interior muy personal. Nunca he tenido muy claro que un salpicadero pudiese recibir el adjetivo de simpático; pero, sin duda, si hubiese algún coche al que se lo aplicaría, sería este Atto 3.

En las plazas traseras, encontramos un espacio incluso algo superior al de otros SUV de su tamaño, si bien la banqueta trasera nos ha parecido excesivamente plana, algo que puede limitar la sujeción en los giros. Quizá por ofrecer tanto espacio detrás, nos encontramos con un maletero de 440 que, sin ser pequeño, se nos queda un poco escaso ante los más de 500 litros que ofrecen un Seat Ateca o un Peugeot 3008, por ejemplo.

¿Y en marcha? Empecemos por comentar que este BYD Atto 3 (por cierto, leído como Beidé, según los responsables de la marca) emplea la plataforma e-Platform 3.0, una base escalable a diferentes tamaños y que se caracteriza, entre otras cosas, por llevar integrada la Blade Battery, que no es otra cosa que la batería del coche. En el caso del BYD, la batería no es una sucesión de células empaquetadas en un mismo bloque, sino emplea una estructura mucho más compacta en el que todas las celdas van integradas como si fuesen un montón de cuchillas unidas una tras otra. Esto permite que la batería sea más compacta y que, también, sea más eficiente. Tiene un total de 60,48 kWh de capacidad, lo que le permite contar con una autonomía de 420 kilómetros.

El motor eléctrico va situado en la parte delantera, desarrolla 150 kW/204 CV y acciona las ruedas delanteras. El cambio es automático de una marcha, y existen hasta cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport y Snow.

Con todo, el BYD Atto 3 nos ha parecido un coche especialmente cómodo y bien insonorizado. Hay unas pequeñas melodías que se pueden instalar para sustituir el sonido de lo que podría ser el motor. No nos gusta. Por suerte, es desconectable. Y, cuando lo desconectas, efectivamente es un modelo silencioso y muy desagradable. Eso sí, conviene desconectar también el control de cambio de carril, pues es demasiado intrusivo y, en ocasiones, demasiado brusco.

Por lo demás, el BYD Atto 3 resulta fácil de conducir y tiene unas reacciones bastante nobles. La suspensión es más bien blanda y, aunque eso favorece que la carrocería pueda balancear un poco más de lo deseable al principio, también es cierto que el coche se ha comportado bastante bien cuando hemos tratado de buscarle las cosquillas en una carretera de curvas salpicada con cambios de rasante. Aún así, necesitamos una prueba más profunda para obtener más conclusiones.

En cuanto al motor, los 204 CV dan para que este coche pase de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, que es lo mismo que tarda el Cupra Born con esa misma potencia. El BYD Atto 3 pesa 1.750 kilos, cuando un Born, que mide 4,32 metros (13 cm menos que el BYD), se queda en 1.736 kilos. Por tanto, el BYD no es especialmente pesado si hablamos de eléctricos. Por poner otro ejemplo, un Volvo C40 de 238 CV mide 4,44 metros y pesa 2.052 kilos.

Este BUY Atto 3 homologa un consumo medio de 15,6 kWh/100 km; en nuestra prueba rondaba los 20 kWh y tiene pinta que ese puede ser un dato bastante más realista pero, de nuevo, necesitamos realizar una prueba larga para confirmar estos datos.

Por último, el BYD Atto 3 está disponible con dos niveles de acabado: Comfort (41.400 euros) y Design (42.900 euros). Se trata de un precio en línea con sus rivales o alternativas europeas, pero bien es cierto que el BYD viene muy bien equipado de serie y que, a falta de realizar una prueba, esto ya no es muy diferente de lo que imaginaste cuando hiciste tu pedido por AliExpress…