La industria automotriz europea enfrenta múltiples desafíos, desde la competencia creciente de nuevas marcas chinas hasta normativas medioambientales cada vez más estrictas que requieren inversiones significativas. A estos retos se suma ahora el problema de seguridad que implica la revisión de más de 600.000 vehículos de Citroën y DS, una medida que no solo implica costos adicionales sino también un impacto en la confianza del consumidor.
Este contexto se ve agravado por otros incidentes recientes en la industria, como la investigación a Goodyear en varios países europeos por defectos en neumáticos vinculados a accidentes mortales de camioneros. La llamada a revisión de los Citroën C3 y DS 3 es un recordatorio de que, pese a los avances tecnológicos y regulaciones estrictas, los problemas de seguridad en la automoción siguen siendo una preocupación.
El Grupo Stellantis ha emitido una llamada a revisión para más de 600.000 vehículos de los modelos Citroën C3 y DS 3 fabricados entre 2009 y 2019 debido a un problema crítico en los airbags, tal y como informa AFP. Estos modelos, que ya no se comercializan, presentan un riesgo de seguridad significativo que afecta a una veintena de países, incluyendo España. Aunque la empresa no ha detallado el número exacto de vehículos afectados en cada país, se estima que solo en España más de 66.000 coches deberán ser revisados.
El problema afecta a más de 60.000 coches de DS y Citroën en España
El defecto identificado se encuentra en el sistema de activación de los airbags. El gas utilizado para inflar los airbags puede deteriorarse con el tiempo, comprometiendo la integridad del dispositivo de seguridad. Este deterioro puede provocar que, en caso de un accidente y el despliegue del airbag, se liberen fragmentos o partículas que pueden causar lesiones a los ocupantes del vehículo. Las condiciones climáticas, particularmente el calor y la humedad, aceleran este proceso de deterioro, un fenómeno ya conocido en el caso de los airbags Takata que afectaron a millones de vehículos a nivel mundial hace más de una década.
La revisión afecta a 605.772 vehículos distribuidos en el sur de Europa, Oriente Medio y el norte de África. Del total, 497.171 unidades corresponden al modelo Citroën C3 y 108.601 al DS 3. En Francia, por ejemplo, 181.734 automóviles del primer modelo y 65.149 del segundo están afectados, concentrándose en las regiones del sur del país donde las condiciones de calor y humedad son más pronunciadas.
Citroën y DS Automobiles han comenzado a contactar a los propietarios de los vehículos afectados, instándoles a dejar de usar sus coches de inmediato. En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha remitido cartas a los propietarios advirtiendo sobre la gravedad del problema y la necesidad de dejar de conducir estos vehículos de forma inmediata.
El problema de los airbags en cuestión tiene su raíz en los infladores fabricados por Takata Corporation. Estos infladores utilizan nitrato de amonio como propulsor, una sustancia química que puede degradarse con el tiempo, especialmente bajo condiciones de calor y humedad. Este deterioro puede llevar a una deflagración excesiva del inflador, provocando la liberación de fragmentos metálicos al interior del vehículo durante el despliegue del airbag, con potenciales consecuencias letales.
El caso Takata es uno de los mayores escándalos de seguridad automovilística de la historia. Involucró a millones de vehículos de diversas marcas globales y resultó en múltiples muertes y lesiones graves. Takata se declaró culpable en 2017 y aceptó pagar mil millones de dólares en multas, además de enfrentar bancarrota debido a los elevados costes de los retiros y los litigios.
En España, Citroën y DS Automobiles revisarán más de 66.000 vehículos de manera inmediata. Aproximadamente 60.000 modelos Citroën C3 y 6.000 DS 3 fabricados entre 2009 y 2019 serán sometidos a inspección y reparación. Los propietarios han sido informados a través de cartas certificadas y la DGT, subrayando la urgencia de dejar de utilizar estos vehículos hasta que se realicen las reparaciones necesarias.
Stellantis ha confirmado que las reparaciones serán asumidas sin coste alguno para los propietarios. Además, la empresa está proporcionando opciones de movilidad alternativa para los afectados mientras sus vehículos están fuera de servicio. La seguridad y el bienestar de los clientes se mantienen como prioridades máximas, con monitoreos constantes de los vehículos equipados con infladores de airbag Takata y en comunicación continua con las autoridades pertinentes para implementar nuevas acciones de retirada según sea necesario.
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