El Tiburón, nombre con el se conocía popularmente en España al mítico Citroën DS, fue uno de los modelos más avanzados de su tiempo. En este vídeo analizamos a fondo un DS 23 del año 1974.
Bajo la denominación DS 23 encontramos la tercera generación de uno de los coches clásicos más reconocibles por el gran público. Esta unidad monta un motor de gasolina de 2.300 centímetros cúbicos con una potencia de 130 CV. Por fuera vemos algunas de sus principales señas de identidad, como los faros dobles con luces largas direccionales, una carrocería con diseño de gota de agua, unas ruedas traseras parcialmente cubiertas o una luneta trasera con una curvatura casi imposible para la época.
Por dentro encontramos un punto de exclusividad que todavía hoy nos llama la atención. Equipa un interior forrado en cuero, mandos cromados, tres grandes relojes para la instrumentación, salidas de aire, una guantera con cerradura… Y a la izquierda del conductor, un mando muy especial: el selector que permite modificar una de sus señas de identidad, la suspensión hidroneumática.